(Agencias/InfoCatólica) El partido PVV de Geert Wilders ha emergido como la fuerza política más votada con 37 escaños, un aumento significativo desde los 17 obtenidos en 2021, según el 98% del voto escrutado. Este cambio radical no solo redefine el panorama político en los Países Bajos, sino también en Europa.
El partido de Wilders ha superdo a la coalición formada por el Partido del Trabajo y los Verdes GL-PvdA, liderados por el ex comisario europeo Fran Timmermans, que también mejoran sus resultados al pasar de 17 a 25 diputados en la Cámara Baja.
Después del PVV de Wilders y la coalición GL-PvdA, se encuentra el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), liderado hasta hace poco por el actual primer ministro en funciones, Mark Rutte, y ahora encabezado por Dilan Yesilgoz, que ve reducida su representación parlamentaria de 34 a 24 escaños.
A pesar de ser el partido más numeroso en la Cámara de Representantes, la formación de Wilders enfrentará dificultades para formar gobierno. Timmermans ha afirmado que nunca formarán una coalición «con un partido que excluye a los holandeses», aunque se ha mostrado decepcionado con el resultado: «Esperaba más», argumentó.
Independientemente de quién gobierne, el resultado refleja una mayoría conservadora en el parlamento holandés, dejando pocas posibilidades para los partidos progresistas. Durante la campaña, el partido liberal VVD consideró la cooperación con Wilders, pero bajo la condición de que su líder, Dilan Yesilgoz, sea el primer ministro. Sin embargo, gobernar como socio menor de un hipotético primer ministro Geert Wilders es una opción completamente diferente, según los medios holandeses.
Un sondeo de la empresa demoscópica Ipsos muestra que la migración y el asilo fueron temas importantes para los votantes en estas elecciones. El partido de Wilders ha capitalizado este contexto prometiendo recuperar Países Bajos para los holandeses.
Primera victoria electoral
Wilders es un líder muy conocido en el país, aunque nunca había logrado la primera posición en unas elecciones. Fue condenado por sus declaraciones contra la inmigración de Marruecos y busca la prohibición de mezquitas y el Corán. Además, promueve una postura euroescéptica. Recientemente, su popularidad había crecido en las encuestas, equiparándose con los liberales. La posible coalición entre la sucesora de Rutte, Dilan Yesilgöz Zegerius, y Wilders no fue descartada durante la campaña, lo que llevó a Timmermans a llamar a la izquierda a movilizarse para evitar un avance de la ultraderecha.
Tras conocerse los resultados, hubo desánimo en las sedes de otras fuerzas políticas cuyos líderes mostraron su decepción. Aunque Wilders no llegue a ser primer ministro, su victoria en estas elecciones no solo marca un cambio tras 13 años de gobierno de Rutte, sino también advierte a Bruselas antes de las elecciones a la Eurocámara en junio de 2024. Los euroescépticos no paran de crecer en buena parte del continente,
Antes de los sondeos, Dilan Yesilgöz Zegerius, quien reemplazó a Rutte al frente del Partido Liberal, era una de las favoritas para ser la próxima primera ministra. Es una abogada de 46 años y actual ministra de Justicia. Aunque apoya la reducción de inmigrantes y llegó al país desde Turquía a los ocho años debido a la persecución de su padre en su lugar de origen, su familia se benefició de las políticas de reagrupación. Estas elecciones anticipadas se convocaron por desacuerdos en la coalición hasta ahora gobernante sobre la reagrupación de solicitantes de asilo.
La inmigración es un tema polémico en el país. Un ejemplo es Omtzig, del partido Nuevo Contrato Social, quien se convirtió en la gran revelación. Nacido en La Haya en 1974, lleva 20 años como diputado, pero sus diferencias con los democristianos surgieron cuando se opuso a la forma en que trataron un escándalo de racismo institucionalizado en 2021.
Dentro de las fuerzas de izquierda, Frans Timmermans, ex comisario para el Cambio Climático, es la gran esperanza de los progresistas y representa a socialistas y verdes. Timmermans no solo defiende el proyecto europeo, sino que también se enfrenta al movimiento campesino-ciudadano, el partido político que triunfó en los comicios regionales del año pasado y cuestiona las políticas medioambientales de Bruselas.