(Iglesia.Cl/InfoCatólica) El 24 de octubre de 1923, el Papa Pío XI la honró con el título de «Patrona de Chile», y posteriormente, el 19 de diciembre de 1926, la imagen de la Virgen del Carmen recibió el título de «Reina de Chile» por el mismo Papa. Su festividad se conmemora cada 16 de julio, y el último domingo de septiembre se celebra el Día de la Oración por Chile. En Melipilla, las cofradías del Carmen se unen desde la Fiesta de la Merced en Isla de Maipo para rendir homenaje a esta venerada advocación.
Adicionalmente, la Virgen del Carmen ostenta el título de «Protectora de la ciudad de Melipilla», un honor conferido en 2007 por el entonces alcalde, ya fallecido, Fernando Pérez. En un gesto simbólico, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad, simbolizando la devoción y protección que brinda a la comunidad de Melipilla.
Durante la homilía de la misa celebrada, monseñor Cristián Contreras Villarroel, el actual obispo de Melipilla, recordó que, «desde los inicios de la vida cristiana en esta tierra del fin del mundo, al pie del cerro Huelén, hoy Santa Lucía, la presencia de la Virgen María ha guiado nuestros pasos. Fue la imagen bendita que llegó a Chile junto a don Pedro de Valdivia y, más tarde, la devoción de la Virgen del Carmen que fecundó la oración de las Carmelitas que ofrecen su vida para interceder por la Patria, para interceder por nosotros».
«En todos quienes participaron en la procesión, y como se hace cada 16 de julio en nuestras parroquias, bajo el patrocinio de la Virgen del Carmen: Curacaví, Lo Prado de Peñaflor y Puangue, veo la fe de nuestros abuelos y de nuestros padres y les rindo homenaje por habernos legado esta fe que no decae, ni siquiera a la hora de la Cruz: “mujer, ahí tienes a tu hijo”. Es un legado del Señor, es decir, la misión de transmitir esta devoción a la próxima generación, para que nunca falta en el alma de Chile el amor por la Virgen María: “hijo, ahí tienes a tu madre», recalcó.
Finalmente, comentó: «En nuestra diócesis tenemos a las Camareras de la Virgen del Carmen. Ellas y las queridas Carmelitas de Puangue son verdaderas madres en la fe. Y esta vocación adquiere una dimensión hermosa en tiempos de tanta incertidumbre en nuestra Patria».
El obispo Contreras también resaltó la asistencia de los niños de la catequesis y los miembros de la Infancia Misionera, quienes participaron activamente en la celebración del Domingo Mundial de las Misiones. Además, reconoció a los jóvenes que acompañaron la imagen de la Virgen del Carmen mientras ondeaban banderas de Chile, el Vaticano y diversas naciones latinoamericanas, durante su recorrido por las calles de nuestra ciudad.
«El Papa Francisco ha dicho que si queremos saber quién es María, se lo preguntemos a los teólogos, pero si queremos saber cómo se ama a María, nos fijemos en la fe del pueblo que la ama, que la invoca, que la celebra con novenas, procesiones, bailes y cantos», resaltó.
Y, finalmente, expresó respecto a todo lo que sucedía: «Hoy nos encontramos en un momento complejo, por momentos difíciles, tanto en nuestra convivencia cotidiana como en situaciones más específicas donde se discute acerca del respeto de la vida, y en un país que no termina de asumir su pasado. Es un momento de cruz. Y junto a la Cruz del Señor está María, la Madre del Señor, la Virgen del Monte Sinaí, la Virgen del Monte Carmelo. Razón de sobra para ofrecer la Eucaristía por la paz, el entendimiento, el reencuentro y la reconciliación de los chilenos. Eso también se lo debemos a la generación siguiente que recibirá de nuestras manos el amor o el odio que hayamos sido capaces de sembrar».