(Asia News/InfoCatólica) Mons. Lumon, que presentó su renuncia al cumplir 75 años, ha dedicado los últimos meses de su ministerio episcopal a buscar constantemente la reconciliación entre los Meitei (el grupo mayoritario, predominantemente hindú) y los Kuki (la minoría mayoritariamente cristiana que vive en las aldeas montañosas, cuya supervivencia se encuentra amenazada por las decisiones sobre la gestión de la tierra del gobierno local, liderado por los nacionalistas hindúes del BJP). El conflicto ya ha causado alrededor de 200 muertos según estimaciones oficiales, cifra probablemente inferior al número real de víctimas.
A Mons. Neli corresponderá ahora la tarea de llevar a cabo esta misión en un territorio convulsionado donde hay cerca de cien mil católicos sobre una población de casi tres millones. Nacido en 1957, fue ordenado sacerdote en 1984 y ya ha ocupado importantes cargos en la Iglesia india: fue rector asociado del St. John’s Medical College Hospital a Bangalore, vicario general de la arquidiócesis de Imphal y posteriormente director nacional de Cáritas durante dos años. En los últimos tiempos ha sido director del Centro Archidiocesano de Retiros y vicario judicial del Tribunal Metropolitano de Imphal.
En sus primeras declaraciones a Asia News, el nuevo arzobispo ha dicho:
«La Iglesia necesita pastores y alguien debe asumir esta responsabilidad para continuar la misión apostólica. Nos enfrentamos a este desafío concreto que es el resultado de la crisis social provocada por la violencia étnica. Rezamos por la paz y esperamos el momento en que se puedan alcanzar soluciones duraderas. No una paz cosmética, sino respuestas duraderas para esta gente, pero también para el Estado federal. Para ser una nación fuerte, toda la India necesita que cada uno de sus Estados sea sano, pacífico y próspero. Rezamos por esto junto con todos los otros referentes religiosos, para que juntos podamos superar este momento. Y nuestra esperanza no está fundada en un optimismo psicológico, sino en Dios».
En cuanto al arzobispo emérito mons. Lumon, su sucesor explicó a AsiaNews que permanecerá en Imphal y seguirá contribuyendo a la obra de asistencia que lleva a cabo la Iglesia local entre los cientos de refugiados que siguen expulsados de sus tierras, sobre todo en las aldeas de las colinas. «El trabajo continúa porque todavía hay gente en los campos de refugiados», dijo Mons. Lumon a AsiaNews hace pocos días: «En las periferias la tensión sigue siendo alta, los bienes de primera necesidad no llegan y hay mucho sufrimiento. Como comunidad católica tenemos varios equipos que hacen lo posible para llevar ayuda, pero es como una gota de agua en el océano. Por eso es urgente comenzar cuanto antes un proceso de diálogo».
El nuevo obispo Mons. Neli ha elegido como lema las palabras del Evangelio de la Transfiguración: «Escúchenlo». «Escuchar la voz del Espíritu, la Palabra de Dios», dice:
«Dios nos habla de muchas maneras, a veces en silencio, otras veces en nuestra vida activa. Escuchando a los jóvenes y al pueblo de Dios, también nosotros somos una Iglesia sinodal en camino. Y escuchar la voz de Dios y las necesidades de la gente en Imphal hoy es más necesario que nunca».
