(LifeSiteNews/InfoCatólica) Recientemente, ha surgido una nueva estadística muy cuestionada llamada «necesidad insatisfecha de anticoncepción».
Un poco antes del Día Mundial de la Anticoncepción, The Lancet publicó un nuevo estudio financiado por la Fundación Gates que trató sobre las «necesidades anticonceptivas de las mujeres en edad reproductiva», centrado en demostrar que unos 162,9 millones de mujeres de todo el mundo tenían una «necesidad insatisfecha de anticoncepción».
«África tiene la mayor necesidad insatisfecha de anticoncepción del mundo», escriben los autores. Definen esto «como la proporción de mujeres sexualmente activas y fértiles que no tienen acceso a métodos anticonceptivos, pero no desean tener un hijo en ese momento o desearían haber podido retrasar o evitar su embarazo más reciente... Las mujeres jóvenes de entre 15 y 19 años son las que ven satisfecha la demanda más baja, con apenas un 65%, seguidas por el grupo de edad de 20 a 24 años (72%)».
Muchos lectores han comprendido que estas jóvenes «exigen» anticonceptivos que les son negados, o tal vez que algunas son incluso víctimas de una especie de embarazo forzado.
Nada más lejos de la realidad. Las encuestas en las que se basan los autores evitan preguntar directamente a las mujeres si quieren anticonceptivos: la mayoría de las entrevistadas dirían que no.
En su lugar, eluden directamente la cuestión de la anticoncepción. Preguntan a las mujeres que no están embarazadas si tienen previsto tener un hijo en los próximos dos años. Si la respuesta es negativa, se las clasifica como que tienen una «necesidad insatisfecha de anticoncepción».
A las mujeres embarazadas se les pregunta si habían planeado quedarse embarazadas cuando lo hicieron. Si responden que su embarazo no fue precisamente planeado -se alegren o no por ello- se las categoriza como que tienen una «necesidad insatisfecha de anticoncepción».
Otras encuestas ni siquiera pretenden tener en cuenta la opinión de la mujer. Simplemente clasifican a todas las mujeres en edad reproductiva con un hijo de dos años o menos, y que no toman anticonceptivos, como que tienen una «necesidad insatisfecha de anticoncepción».
En el estudio de 32 páginas, se utiliza un algoritmo que no se basa en preguntar a las mujeres si necesitan anticonceptivos, sino en ciertas características, como la actividad sexual y el estado civil.
El estudio presenta un análisis estadístico detallado y gráficos para respaldar su enfoque. Según los autores, más de 100 millones de mujeres se consideran con una «necesidad insatisfecha de anticoncepción» según este algoritmo.
Sin embargo, algunos críticos argumentan que este enfoque no tiene en cuenta las opiniones reales de las mujeres. Afirman que el algoritmo parece diseñado para justificar esfuerzos continuados en el control de la población, que incluyen el aborto, la esterilización y la anticoncepción.