(Agencias) Este miércoles el presidente de Israel, Isaac Herzog, visitó una iglesia de la ciudad de Haifa junto a líderes de iglesias de Tierra Santa e instó a proteger a los cristianos del país tras registrarse un aumento de los episodios de violencia contra miembros de esa comunidad.
«Vengo aquí en nombre de todo el Estado y el pueblo de Israel para reforzar nuestro compromiso con la plena protección de la libertad de religión y culto en el Estado de Israel», dijo Herzog durante la visita, según informó un comunicado de su oficina.
La visita de hoy de Herzog al monasterio Stella Maris de Haifa «se produce en el contexto de los recientes ataques contra este enclave en particular y contra las iglesias y el clero cristiano en general», según ese comunicado presidencial.
El presiente estuvo acompañado por el jefe de la Policía de Israel, Yaakov Shabtai, y múltiples líderes cristianos, incluyendo al patriarca latino, Pierbattista Pizzaballa, y el patriarca griego ortodoxo, Teófilos III.
«En los últimos meses hemos visto fenómenos muy graves hacia las denominaciones cristianas en Tierra Santa. Nuestros hermanos y hermanas, ciudadanos cristianos, que se sienten agredidos en sus lugares de oración, en sus cementerios, en las calles. Veo este fenómeno como extremo e inaceptable en cualquier forma. Este fenómeno debe ser erradicado y estoy muy agradecido con la Policía de Israel y las fuerzas del orden por tomarse este problema en serio», agregó Herzog.
El presidente fue recibido por el abad del monasterio, el padre Jean Joseph Bergara, quien agradeció el apoyo e instó a «trabajar juntos para fomentar el diálogo, la solidaridad y la hermandad».
«Queremos vivir juntos en paz y armonía», agregó Bergara, cuya iglesia ha registrado un importante aumento de ataques en los últimos meses por parte de judíos ultraortodoxos que recientemente comenzaron a acudir al sitio con el fin de rezar en lo que creen es el lugar en el que fue enterrado un importante profeta.
Desde entonces, la comunidad árabe cristiana de Haifa se ha organizado para proteger a los fieles que acuden a rezar, desencadenando algunos incidentes con los judíos ultraortodoxos.
En las últimas semanas, los líderes de las iglesias de Tierra Santa han vuelto a denunciar el aumento de los ataques contra su comunidad, que destacan incluye «escupitajos, abuso verbal y en ocasiones violencia física, así como el vandalismo y la escritura de grafitis, en su mayoría por parte de judíos religiosos extremistas».
Los líderes cristianos alertaron además que «los responsables de hacer cumplir la ley y el orden rara vez identifican y arrestan a los responsables de estos ataques y aún más raramente se les hace rendir cuentas por sus acciones».