(LifeSiteNews/InfoCatólica) El arzobispo Víctor Manuel Fernández, a quien el Papa Francisco ha nombrado prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ha considerado necesario afirmar públicamente que no es masón ni espía del multimillonario globalista George Soros.
En una entrevista concedida a Crux, monseñor Fernández trató de alejar las acusaciones vertidas contra él por sus posiciones heterodoxas sobre la doctrina moral católica, como la grave pecaminosidad de todo acto sexual fuera del matrimonio.
«No soy masón, ni aliado del Nuevo Orden Mundial, ni un espía de Soros infiltrado en la Iglesia. Eso son puras fantasías», dijo el arzobispo a Crux, desestimando las preocupaciones de aquellos católicos que estiman que su nombramiento suponga socavar la crisis de fe que padece la Iglesia al apoyar desde dentro de ella doctrinas no ortodoxas, como explicó el cardenal Muller la semana pasada.
«Intento ser una persona honesta, me confieso a menudo, amo a la Iglesia y su doctrina, la mayoría de mis escritos tratan sobre espiritualidad y oración», afirmó. «No concibo mi vida sin Dios. Así que [pueden] tener confianza, y es mejor [para ellos] buscar enemigos de la fe en otra parte».
Para esos fieles católicos, sin embargo, monseñor Victor Manuel Fernández tiene en su agenda cambiar los límites de las enseñanzas de la Iglesia respecto a diversas cuestiones de moral sexual, por lo que su nombramiento por el Papa Francisco como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe puede resultar en un intento de socavar esas enseñanza, para confusión y pérdida de muchas almas.
Su insistencia en que velará para que todos los dicasterios romanos «acepten el Magisterio reciente» tampoco tranquiliza a quienes se oponen a las desviaciones de la doctrina tradicional en materia moral. En efecto, refiriéndose a la carta de nombramiento del Papa Francisco, el arzobispo de La Plata afirmó:
«Me tomo muy en serio lo último que dice la carta: que debo garantizar que tanto los documentos del dicasterio como los de los demás “acepten el Magisterio reciente”. Esto es esencial para la coherencia interna del pensamiento en la Curia Romana. Porque puede ocurrir que se den respuestas a determinadas cuestiones teológicas sin aceptar lo que Francisco ha dicho de nuevo sobre esas cuestiones. Y no es sólo insertar una frase del Papa Francisco sino permitir que el pensamiento se transfigure con sus criterios. Esto es particularmente cierto para la teología moral y pastoral».