(EP/InfoCatólica) El trabajo muestra que cerca de 400.000 estadounidenses padecen actualmente este mal, que se posiciona como la enfermedad genética "más común del país" y que provoca una larga serie de complicaciones en la salud de quien la sufre, incluyendo el retraso en el lenguaje y un desarrollo motor más lento. Igualmente, indica que, entre 1989 y 2005, a falta de pruebas prenatales, Estados Unidos experimentó un aumento del 34 por ciento de nacimientos con Síndrome de Down.
Sin embargo, nacieron un 15 por ciento menos de bebés durante ese periodo, lo que representa una diferencia de 49 puntos porcentuales entre las tasas esperadas y las observadas, según se desprende de la investigación.
Para el experto, "la tendencia de la natalidad ha cambiado en todo el mundo y refleja que las mujeres esperan cada vez más tiempo para tener hijos, siendo la edad materna avanzada uno de los factores de riesgo que se asocian al aumento de posibilidades de tener un hijo con la enfermedad".