(Asia News/InfoCatólica) El presidente francés, Emmanuel Macron, se reunió ayer en París con el patriarca maronita, cardenal Beshara Raï, confirmando su apoyo a los «esfuerzos» realizados hasta ahora por el cardenal para destrabar el «estancamiento político» en el Líbano, que no tiene presidente desde hace siete meses. Macron, informó AFP, también hizo un llamamiento a todas las fuerzas parlamentarias para que lleguen a un acuerdo «sin más dilaciones». Por último, recordó la «necesidad» de que los cristianos libaneses «sigan siendo centrales en el equilibrio confesional e institucional» del país.
Fuentes cercanas a la delegación que acompaña al jefe de la Iglesia maronita informaron que el cardenal reiteró la necesidad de un candidato presidencial que sea capaz de «generar consenso». Y por eso también pidió a París que renuncie a apoyar la candidatura del ex ministro Sleiman Frangié, cercano a Hezbolá, y respalde la de un candidato políticamente «neutro». Una figura que sea capaz de inspirar confianza en la comunidad internacional y de ayudar al Líbano a poner en marcha las reformas necesarias para salir de la crisis económica. Al mismo tiempo, el primado maronita ha pedido a Francia que utilice los canales diplomáticos y el crédito con Teherán para suavizar la posición de Hezbolá.
Uno de los candidatos propuestos por el patriarca maronita es Jihad Azour, director para Oriente Medio y Asia Central del Fondo Monetario Internacional (FMI). Recientemente se ha concretado un acuerdo de principio entre las Fuerzas Libanesas, Kataëb y el Movimiento Patriótico Libre -partidos ampliamente representativos del electorado cristiano- en torno a este nombre, aunque todavía no existe un compromiso formal por parte del líder CPL.
En la homilía de la misa del domingo 28 de mayo, un momento siempre cargado de significado político y de la orientaciones de Bkerké, el patriarca manifestó su satisfacción por la decisión de algunos bloques parlamentarios sobre la proximidad de un acuerdo. La candidatura de convergencia responde a una figura «capaz de hacerse cargo de los problemas del Líbano e inspirar confianza en el país y en el exterior». Por su parte, Francia asegura que no prefiere a ningún candidato, aunque en los últimos meses ha habido un apoyo implícito -gracias al acuerdo tácito con Teherán- a la figura de Frangié, asociado a la elección de un primer ministro reformador y cercano a la oposición. Pero todos consideran que es una solución poco sólida e incapaz de garantizar la estabilidad.
Al concluir el encuentro, el Elíseo reiteró en una nota el apoyo del presidente a los «esfuerzos» del patriarca Raï. Sin duda habrá que esperar un poco para saber si el jefe de la Iglesia maronita ha convencido al presidente francés, considerando también las dimensiones económicas y estratégicas de alcance regional que llevan a París a apoyar el nombre de Frangié. Entre otras cosas, están en juego las fronteras terrestres entre Siria y Líbano y su control, así como la lucha contra el narcotráfico y la reconstrucción del puerto destruido por la explosión del 4 de agosto.
El veto a Frangié
Según una fuente episcopal maronita que pidió el anonimato, la Iglesia plantea hasta nuevo aviso un «veto inquebrantable» a la elección de Frangié, desaprobado por algunos obispos, aunque esta hostilidad no se haga explícita en nombre de una fachada de imparcialidad. Antes de reunirse con el presidente Marcon durante una hora en el Elíseo, el cardenal Raï había hecho una escala en el Vaticano para encontrarse cara a cara con el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin. «El Vaticano y París -explica a AsiaNews la fuente episcopal- son tradicionalmente garantes de la independencia del Líbano. Las maniobras del patriarca maronita -añadió- reflejan la importancia del desafío que representan las elecciones presidenciales para nuestra Iglesia«.
«Hezbolá todavía no se ha dado cuenta de que el acuerdo entre iraníes y saudítas que se concluyó bajo la égida de China, ha hecho que toda la región pase de la política de frentes opuestos y Estados satélites a la de entendimiento y no injerencia», explicó a AsiaNews Salim Sayegh, vicepresidente del partido Kataëb. Además, el partido de Dios no tiene la mayoría necesaria en el Parlamento (85 votos sobre 128 en la primera vuelta, 65 en la segunda) para imponer su propio candidato (Frangié). Lo mismo ocurre con sus adversarios, que tampoco pueden lograr un consenso amplio en torno al nombre de Michel Moawad. Lo que, en consecuencia, allana el camino para un »candidato que crea consenso, como propone el patriarca maronita.