(Fides/InfoCatólica) Un año más, la población de Tigray está viviendo la Pascua en condiciones seriamente críticas. A pesar de la firma del acuerdo de paz alcanzado en Sudáfrica entre el gobierno de Addis Abeba y las organizaciones separatistas de la región en noviembre de 2022, el país sigue en una situación muy precaria.
«Siguiendo el calendario de la Iglesia copta ortodoxa etíope, celebraremos la Pascua el domingo 16 de abril - declara a la Agencia Fides Tesfaselassie Medhin, obispo de la eparquía católica de Adigrat -. Desgraciadamente, la situación sigue siendo muy crítica, ya que 15 parroquias de la zona son inaccesibles debido a la ocupación de las fuerzas armadas».
El eparca pide que continúen las oraciones por toda la población etíope y, en particular, por Tigray, donde también prosigue la llegada de nuevos desplazados internos. Según la prensa local, se han registrado 47.000 nuevos desplazados internos en el campo de refugiados de Endabaguna, cerca de la ciudad de Shire, en el noroeste de Tigray.
«En el último mes, entre los desplazados, mujeres, niñas y niños han abandonado las zonas -llamadas woreda- de Maigaba, Tselemti, Korarit, Welkayit y Qafta, bajo la ocupación de las fuerzas amhara», afirma el administrador en funciones de Endabaguna, Getu Dejen. La ayuda humanitaria, los alimentos y los medicamentos no llegan a Endabaguna. La gente vive de limosnas. Han huido debido a la violencia de los grupos armados contra las mujeres y las niñas, y a los crímenes contra los tigrinos.
Según Getu, a principios de marzo había unos 8.000 desplazados internos en el campo, cifra que ha aumentado a 47.000 en las últimas semanas. A pesar de haber informado de su situación a varias ONG y agencias humanitarias, aún no han recibido ninguna respuesta significativa. Los desplazados no disponen de alojamiento adecuado y viven en condiciones que ponen en peligro su vida, con niños y mujeres mendigando comida en las calles. También lo ha confirmado el administrador de la zona noroccidental de Tigray, Surafel Araya, que ha pedido a las agencias implicadas que presten la debida atención a los nuevos desplazados.
La cuestión de los desplazados internos sigue siendo un reto para la recién formada administración provisional de Tigray, donde, a pesar de los informes sobre la mejora del flujo humanitario a la región tras el acuerdo de paz, falta ayuda adecuada. En enero de 2023, por ejemplo, más de 54.000 desplazados internos alojados en el campo de Abiy-Adi, en el centro de Tigray, padecían una grave escasez de alimentos y medicinas.
