(ACN/InfoCatólica) «Desde 2011 atravesamos una devastación económica y social. El terremoto ahora ha causado más pobreza, más devastación y la gente no puede volver a sus hogares. Hay muchos que están hambrientos y pasan mucho frío porque las temperaturas son muy bajas aquí», asegura a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) Samuel Esak, un joven cristiano de la organización local HOPE desde Alepo. El terremoto del pasado 6 de febrero y sus réplicas han provocado una nueva catástrofe humanitaria con miles de muertos y heridos, que se suman a las más de 500.000 víctimas mortales por la guerra. Además, hay miles de personas que una vez más se han quedado sin hogar, en un país que ya contaba con 6,6 millones de refugiados fuera de sus fronteras y 6,7 desplazados internos que habían huido de sus hogares a otras zonas de Siria.
Javier Menéndez Ros, director de ACN en España, resalta la urgencia del apoyo a Siria: «El 90% de la gente vive por debajo del umbral de la pobreza, y ahora el terremoto ha resultado en más necesidad e incertidumbre. Apenas hay trabajo y el sueldo medio es de solo 30 euros. No hay agua ni luz, la gasolina es muy cara y escasa, por eso la Iglesia local nos sigue reclamando ayuda para bienes de primera necesidad».
«Desde 2011 atravesamos una devastación económica y social. El terremoto ahora ha causado más pobreza, más devastación y la gente no puede volver a sus hogares. Hay muchos que están hambrientos y pasan mucho frío porque las temperaturas son muy bajas aquí», asegura a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) Samuel Esak, un joven cristiano de la organización local HOPE desde Alepo. El terremoto del pasado 6 de febrero y sus réplicas han provocado una nueva catástrofe humanitaria con miles de muertos y heridos, que se suman a las más de 500.000 víctimas mortales por la guerra. Además, hay miles de personas que una vez más se han quedado sin hogar, en un país que ya contaba con 6,6 millones de refugiados fuera de sus fronteras y 6,7 desplazados internos que habían huido de sus hogares a otras zonas de Siria.
Javier Menéndez Ros, director de ACN en España, resalta la urgencia del apoyo a Siria: «El 90% de la gente vive por debajo del umbral de la pobreza, y ahora el terremoto ha resultado en más necesidad e incertidumbre. Apenas hay trabajo y el sueldo medio es de solo 30 euros. No hay agua ni luz, la gasolina es muy cara y escasa, por eso la Iglesia local nos sigue reclamando ayuda para bienes de primera necesidad».