(Diócesis Barbastro/InfoCatólica) Con ellos, otros muchos fieles en todas las unidades pastorales, comunidades religiosas y monasterios se unieron desde diferentes puntos de la diócesis. «Gracias, Señor, porque incluso en lo que deploramos nos dejas ver lo que nos quieres y lo presente que estás», manifestó el obispo, Ángel Pérez, que presidió el acto de desagravio, flanqueado por los capellanes hospitalario, Jaime Mozás y Basilio Servín, los vicarios general y judicial, y 26 presbíteros.
«La capilla de nuestro Hospital se erigió para honrar el Nombre de Dios. Y ese lugar ha sido profanado. Pidamos, como Iglesia Diocesana desde esta Catedral, para que Dios Todopoderoso acepte nuestras plegarias para reparar ese acto sacrílego», comenzó diciendo el obispo. Con el Santísimo expuesto sobre el altar, los fieles fueron respondiendo «¡Señor, ten misericordia de nosotros!» a las peticiones formuladas primero por el vicario general, Ángel Noguero, y después por don Ángel para, finalmente, contestar de igual modo a la oración de un laico, de rodillas ante Jesús Eucaristía.
Tras un tiempo en silencio, para la oración personal, don Ángel se dirigió a los capellanes de forma especial, resaltando la entregada labor de acompañamiento a enfermos y familiares de estos sacerdotes «que recorren con celo y de manera maternal todas las habitaciones, y consuelan en los momentos más duros y de fragilidad». El rezo conjunto del Salmo 50 dio paso a las peticiones de perdón, la bendición y la oración final, sobre la música del órgano solemnemente ejecutada por la organista de Torreciudad, Maite Aranzábal.