(Fides/InfoCatólica) «Aquí los combates son muy duros y es difícil ver la luz de la paz». Así lo asegura a la Agencia Fides la hermana Elena Balatti, misionera comboniana responsable de Cáritas en la diócesis de Malakal, en el estado del Alto Nilo, en Sudán del Sur, donde desde agosto se libran combates entre diferentes facciones armadas.
La última tragedia en orden cronológico es el asalto de un grupo armado al campo de acogida de Aburoch, en el condado de Fashoda, en el Alto Nilo, que albergaba a unos cinco o seis mil desplazados de la guerra anterior (2013-18). La misionera explica lo ocurrido:
«Estas personas de otras zonas habían conseguido a lo largo de los años reconstruir su existencia creando pequeñas empresas. El brutal asalto a su campamento (es el segundo campo de desplazados internos atacado en los últimos días) ha destrozado todo eso. Los residentes del campo se han visto obligados a huir a través de los pantanos. Ha habido varios muertos, pero no sabemos cuántos. Esta noche, el barco de Cáritas que transportaba suministros por el Nilo Blanco se encontró con un grupo de estas personas y durante toda la noche las trasladó a un lugar seguro. Era una tarea difícil. El barco se acercaría lo más posible a la zona pantanosa de donde saldrían las piraguas cargadas de desplazados para ser cargadas en el barco. El barco partía, descargaba a la gente y luego volvía al punto de recogida y vuelta a empezar».
Para la Hermana Elena, la reciente suspensión de la participación del gobierno sursudanés en las conversaciones de paz de Roma «ha sido un jarro de agua fría, pero esto no significa que la puerta de la paz esté definitivamente cerrada».
A mediados de noviembre, el gobierno de Juba anunció la «suspensión de su participación en las conversaciones de paz de Roma», acusando a los grupos de oposición sursudaneses no signatarios (NSSSOG) de «falta de compromiso».
En este contexto, se espera que el Papa Francisco, el arzobispo anglicano de Canterbury Justin Welby, líder de la Comunión Anglicana mundial, y el pastor Iain Greenshields, moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, visiten Juba del 3 al 5 de febrero. «Su visita demuestra el compromiso de las comunidades cristianas con la paz en Sudán del Sur. Una visita que esperamos con ilusión, también para arrojar luz sobre situaciones como la que estamos viviendo aquí, en el Alto Nilo, sobre las que la prensa internacional guarda silencio», afirma el misionero, que subraya que «se trata de dar visibilidad al sufrimiento de estas poblaciones que viven en situación de guerra desde agosto de este año».
