(ACN/InfoCatólica) La noticia la han comunicado los obispos de la provincia eclesiástica de Bamenda, en el oeste del país, cerca de la frontera con Nigeria. Afirman su «gran conmoción y horror absoluto» ante lo sucedido, que consideran que «no tiene precedentes» incluso en el clima de violencia contra la Iglesia. Hasta el momento se desconocen los motivos para este «odioso acto contra la Casa de Dios y los Mensajeros de Dios».
Los prelados enmarcan el suceso en el conflicto que desde 2016 mantienen las dos regiones anglófonas contra el gobierno del presidente Paul Biya, en el poder desde 1982. A lo que se añade la presencia en territorio camerunés del grupo terrorista islamista Boko Haram.
En estos últimos seis años, «los hombres y mujeres de Dios han sido objeto de secuestradores, torturadores y hombres armados sin escrúpulos», dicen los obispos, denunciando «una ola de persecución contra la jerarquía de la Iglesia y todo tipo de mensajes amenazantes a misioneros que han entregado sus vidas a trabajar por el pueblo». Son objeto de ataques tanto centros católicos como baptistas y presbiterianos, en ocasiones por personas que se han visto beneficiadas de su acción: «Este acto ha traspasado la línea roja y debemos decir ‘basta'».
Los obispos piden la inmediata liberación de los secuestrados, y a todos los cristianos que recen por ellos y por la Iglesia de Camerún y perdonen a los atacantes «como hizo Cristo en la Cruz».