(UCANews/InfoCatólica) Después de haber recorrido gran parte de los Estados Unidos, las reliquias de Santa Bernadette iniciarán una nueva peregrinación, esta vez por los países de Inglaterra, Escocia y Gales.
Será la primera vez que estas tierras acojan las reliquias, por lo que la peregrinación iniciará en la Basílica Superior de Lourdes y avanzará por toda Gran Bretaña realizando paradas en cada una de sus catedrales católicas.
La primera de estas paradas será en la Catedral de Plymouth (Inglaterra) el próximo 9 y 10 de septiembre. Ya que se tratará de un evento especial, participarán distintos coros de estudiantes de colegios católicos del país.
Después de la ceremonia, las reliquias de Santa Bernadette quedarán disponibles para visitas de los fieles de las localidades de Devon, Cornwall y Dorset y, por la noche, a partir de las 6:00 p.m., se realizará una procesión de velas.
Para despedir a las reliquias, se celebrará una Misa Solemne seguida de la Unción de los Enfermos, a al cual podrán asistir todos los fieles.
El administrador de la catedral de bienvenida, el canónigo Mark O’Keeffe, comenta sobre el evento: «Tenemos el privilegio de tener a Bernadette con nosotros, pero, de hecho, menos de 24 horas estará físicamente con nosotros. Entonces, lo que esperamos hacer es involucrar a los niños porque ella llega el viernes. Así que tenemos varias escuelas en la ciudad y les vamos a pedir que hagan una liturgia de bienvenida para ella que, probablemente, será muy hermosa».
Asimismo, el clérigo O’Keeffe afirma que se tratará de una vivencia sumamente significativa para los fieles locales, pues durante todas estas actividades y a partir de ellas podrán sentir el «efecto Bernardita».
De igual forma, esta peregrinación representa una oportunidad muy especial pues casi todos los eventos de este tipo disminuyeron o se cancelaron desde el inicio de la pandemia por covid-19.
Mark O’Keeffe también comentó al respecto sobre una ocasión en la que «algunos peregrinos le dijeron que lo que amaban cuando iban allá [Lourdes] era el hecho de que todos son iguales. No hay juicio ni denuncia. Todos se ayudan y sonríen. Y dijeron: “Si tan solo pudiéramos vivir así todo el tiempo”».
