(Vatican.news/InfoCatólica) Más de 40 personas han sido detenidas tras los violentos enfrentamientos en Suecia entre la policía e inmigrantes musulmanes enfadados por los planes de un grupo de extrema derecha de quemar ejemplares del Corán, el libro más sagrado del Islam. De hecho, un ultraderechista danés, Rasmus Paludan, quemó públicamente un ejemplar del Corán en un barrio de Estocolmo donde hay una presencia importante de musulmanes.
El obispo de la única diócesis de Suecia reconoce que existen «sentimientos antirreligiosos» en la población sueca, y recuerda ocasiones en las que se han vandalizado o destruido estatuas de María.
En la entrevista, también le cuenta a Deborah Castellano Lubov sobre la guerra en Ucrania, si Suecia vive en un clima de miedo, y qué impacto ha tenido dicha guerra en la nación nórdica.
Habla de la acogida del país a unos 40.000 ucranianos que se han visto obligados a huir, pero lamenta los trágicos casos en los que los refugiados son maltratados y objeto de abusos, incluidas las mujeres ucranianas que han sido obligadas a prostituirse.
El cardenal, a quien el Papa Francisco encomendó ser Visitante Apostólico en la archidiócesis alemana de Colonia para examinar la gestión de los casos de abusos sexuales, también reflexiona sobre el compromiso de la Iglesia con la protección de los menores, especialmente a la luz de la decisión del Papa de incorporar la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores a la Congregación del Vaticano, que este mes de junio se convertirá en el «Dicasterio para la Doctrina de la Fe».
Los medios de comunicación internacionales están informando sobre la violencia y los disturbios en Suecia provocados por el plan de un grupo de extrema derecha de quemar ejemplares del Corán. Su Eminencia, ¿podría darnos su reacción a estos acontecimientos?
Sí. En Suecia, durante el periodo de Pascua, tuvimos unos disturbios muy difíciles en algunas zonas de Estocolmo y la policía fue atacada por jóvenes que protestaban contra la manifestación de un político extremista de Dinamarca que quería quemar el Corán. En varios lugares de Suecia, tuvimos estos disturbios. En otros la cosa no pasó a mayores porque la gente había preparado el ambiente y las diferentes comunidades religiosas habían ayudado a calmar la situación. Y el ministro luterano incluso tocó las campanas cuando comenzó esta manifestación.
Pero en otras zonas, fue una Semana Santa muy violenta. Eso deja claro que Suecia no ha sido capaz de hacer frente a la segregación, ya que en algunas zonas casi sólo hay extranjeros con bajos ingresos, sin trabajo, con delincuencia. Así que, para nuestra sociedad, es realmente importante hacer algo para luchar contra esta segregación.
¿Cómo describiría la coexistencia y el respeto de otras religiones en Suecia?
Bueno, vemos que Suecia es un país muy laico, y las autoridades no se dan cuenta de que muchos de los inmigrantes tienen fuertes creencias religiosas. Y para ellos es un signo de odio cuando se queman el Corán.
En realidad, también hemos tenido casos en los que se han vandalizado o destruido estatuas de la Virgen. Yo diría que hay sentimientos antirreligiosos [en] la población sueca. Por supuesto, eso no significa que haya que atacar a la policía. Pero tenemos que entender el trasfondo de que la gente se siente fuera de la sociedad, y que nadie la respeta. Entonces, en algún momento, habrá violencia en nuestros suburbios.
Creo que es muy importante que en Suecia se inicie un diálogo más profundo y al mismo tiempo vemos, por ejemplo, que algunos de los partidos quieren ahora prohibir las escuelas confesionales. Así que esa es también una señal que nos preocupa hoy.
¿Cómo ha afectado la guerra en Ucrania a Suecia y a la Iglesia en Suecia, también desde la perspectiva de los refugiados? La Iglesia católica en Suecia está compuesta en gran medida, o más bien casi en su totalidad, por inmigrantes, ¿cómo ha afectado y afectará potencialmente esta guerra a esa dinámica?
Suecia ha podido recibir un buen número de refugiados ucranianos. La última cifra de la que tengo noticia era de unos 40.000. Y están repartidos por todo el país. Y en nuestra diócesis tenemos dos sacerdotes ucranianos de rito bizantino. Así que han estado muy activos intentando llegar a la gente y organizarla.
En la mañana de Pascua, tuvimos un servicio ucraniano... Estaba completamente lleno de fieles. Sin embargo, la mayoría de los ucranianos son ortodoxos, y para los ortodoxos ha sido más difícil encontrar sacerdotes que los atiendan. Vemos que, en general, la población sueca está muy abierta a este grupo de personas. Me sorprendió un poco, porque últimamente hemos visto que, como norma, no hay tanta apertura y solidaridad para los refugiados. Pero la guerra en Ucrania ha cambiado de alguna manera a los suecos en general, y vemos que muchas familias privadas también reciben a ucranianos en sus casas y apartamentos.
Así que hasta ahora, digo que la gente en general es muy abierta. Y, por supuesto, en las parroquias intentamos hacer lo que podemos para ayudar. Cáritas ha sido muy activa y ha alertado sobre el tráfico de personas porque, por desgracia, vemos que algunas de las mujeres ucranianas han sido obligadas a prostituirse. Así que existe el peligro de que también se den esos trágicos casos en los que los refugiados sufren abusos y malos tratos.
Según las encuestas, una creciente mayoría de suecos apoya la entrada en la OTAN. En su opinión, ¿existe un clima de miedo en Suecia en este momento? ¿Qué está contribuyendo a ello?
Por supuesto, Suecia está reflexionando ahora sobre su situación política en materia de defensa. Y vemos que tras el ataque a Ucrania, las autoridades y mucha gente en Suecia están un poco preocupados. Se discute la posibilidad de defender nuestro país. Así que hay una nueva situación política dentro del país. Y también, con respecto a la OTAN, por ejemplo, Finlandia y Suecia están discutiendo ahora la posibilidad de entrar en la alianza de la OTAN. Pero todavía no sabemos qué pasará. Y, por supuesto, desde Rusia hay señales de que están preocupados.
Así que es una situación de inseguridad y muchas preguntas se ponen sobre la mesa ahora en la sociedad, y también para las comunidades religiosas, es realmente difícil ver cómo debemos actuar en esta situación. Por supuesto, queremos acoger a los necesitados, pero sabemos que si vienen demasiadas personas, la situación no es tan fácil de integrar. Y eso es lo que hemos visto ahora en nuestros suburbios, que la migración tiene que ir seguida de una integración muy, muy importante, y eso ha faltado.
Así pues, creo que la sociedad sueca tiene que enfrentarse a cuestiones muy urgentes en un futuro próximo. También esperamos que las religiones, las comunidades religiosas, sean más escuchadas en nuestro país secularizado. Y hay señales de que también las autoridades empiezan a darse cuenta de que hay que tener en cuenta que muchas de esas personas vienen aquí, tienen una fe profunda, son religiosas, y pueden sentir una falta de respeto cuando vienen a este país secular.
Hay muchas cuestiones importantes a las que tendremos que hacer frente en el futuro, pero esperamos y rezamos para que Suecia siga siendo una sociedad tolerante, abierta y buena para la mayoría de nuestros ciudadanos.
¿Qué importancia le da a los llamamientos del Papa Francisco a favor de la paz en Ucrania, y a una tregua pascual en Ucrania, recordando además que las iglesias ortodoxas celebrarán este próximo domingo?
Sería un signo profético que el Santo Padre fuera a Kiev. Por otro lado, sabemos que Rusia estaría muy molesta, muy enfadada. Así que podría entender que para el Santo Padre no es fácil discernir cómo actuar, qué hacer y qué decir.
Pero sabemos que el Papa está muy cerca de todos los que sufren la guerra. Y al mismo tiempo, creo que es una de las pocas personas en el mundo que podría tener algún impacto sobre el Patriarca Kirill, que ha tomado posición a favor de la guerra.
Así pues, rezamos por el Santo Padre para que reciba los dones del Espíritu Santo a fin de lograr la reconciliación y la paz en Ucrania.
Si me permite pasar a otro tema, el Papa le encomendó ser Visitante Apostólico, donde hace menos de un año examinó la gestión de la archidiócesis de Colonia de las acusaciones de casos de abusos sexuales por parte del clero. Mientras tanto, el Vaticano ha adoptado nuevas medidas para proteger a los menores en el Derecho Canónico y ha incorporado la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores al Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano. ¿Qué importancia le da a esta medida y a las recientes reformas promulgadas por el Papa y la Iglesia para ayudar a los menores? ¿Qué considera también necesario?
Este es un conjunto de preguntas muy, muy importantes Y sabemos que para la Iglesia de todo el mundo, este es un tiempo de arrepentimiento, y un tiempo de nuevos comienzos. Y por supuesto, en todo el mundo, lo sabemos, tenemos este problema, pero sigue estando relacionado con la cultura y el contexto de las sociedades. Eso significa que en algunos países, la Iglesia ha podido hacer mucho para prevenir y atender todos estos casos y dar a las víctimas la ayuda y el respeto que necesitan. Pero todavía en otros países no ha sucedido así.
Sé que, desde el Dicasterio, éste es quizá el principal reto: ayudar a la Iglesia de tantos países a hacer lo mismo. Al principio, reconocemos que es un problema y tenemos que hacer todo lo posible para poner las cosas en su sitio, y, al mismo tiempo, ayudarles a iniciar el proceso. Creo que es un área muy, muy amplia para el Dicasterio. Por supuesto, necesitamos normas generales, pero también necesitamos estudiar la situación en diferentes partes del mundo, porque sabemos que en algunas partes del mundo, todavía existe esta cultura del silencio, e incluso negar que el problema está ahí. Deseo y espero que el Dicasterio encuentre la posibilidad de ayudar a la Iglesia en todo el mundo a tomar realmente en consideración este asunto y hacer algo al respecto.
Pero todos sabemos que es un proceso doloroso. Lleva tiempo, pero estamos muy agradecidos de que el Papa Francisco, al igual que su predecesor, esté tan dispuesto a hacer algo al respecto y a poner a las víctimas por delante, porque sabemos lo duro que es sufrir esto y lo mucho que hay que hacer. Tengo esperanza, pero sé que será un proceso largo y doloroso para muchas Iglesias locales de todo el mundo antes de que puedan hacer frente a la situación.
Volviendo a la Semana Santa, ¿cuáles son sus deseos y oraciones en este tiempo de Pascua?
En este tiempo de Pascua, creo que tenemos que promover la virtud de la esperanza. Es tan necesario para la Iglesia, en un tiempo de guerra y conflicto y de problemas interiores a los que nos enfrentamos, tener realmente esta profunda fe y esperanza en el Señor Resucitado, en que está vivo en su Iglesia, en que nos ayuda, en que ha vencido a los poderes del mal, y tratar de ayudar realmente a la gente a redescubrir el mensaje pascual. Lo necesitamos más que nunca.
Y, por supuesto, en todas nuestras Iglesias, eso es lo que intentamos hacer. Eso es lo que es tan necesario para ayudar a la gente y para fortalecer su fe en el Señor Resucitado, y para tener esperanza aunque vivan en circunstancias difíciles.
Siento una gran admiración por los ucranianos que he conocido. Todavía puedo ver sus caras cuando vinieron a la Misa de Pascua. Muchos rostros estaban apenados, pero al final de la misa también se les veía sonreír y ver que la alegría pascual significaba algo para ellos.