(AsiaNews) - Mons. Shao Zhumin, obispo de Wenzhou (Zhejiang), quedó en libertad. Así lo revelaron fuentes locales a AsiaNews, si bien no queda claro cuándo fue liberado por las autoridades chinas. Los fieles católicos «dan gracias a Dios» por el regreso del obispo.
La policía detuvo a Mons. Shao el 25 de octubre. Según la versión oficial, los agentes se lo llevaron para hacer «turismo». No es la primera vez que la policía arresta al obispo, haciéndolo desaparecer durante meses. Tal como sucedió con monseñor Lin Xili, el primer obispo de Wenzhou, a Monseñor Shao suelen someterlo periódicamente a un lavado de cerebro, presionándolo para que se una a la Iglesia «oficial», controlada por el Partido Comunista Chino (PCC).
La firma del Acuerdo sino-vaticano sobre el nombramiento de obispos en 2018, y su renovación en octubre de 2020, no ha frenado la persecución contra los católicos chinos. Una persecución que se libra especialmente contra los que no participan de la Iglesia oficial. Además del caso de monseñor Shao, también fue puesto bajo arresto domiciliario monseñor Jia Zhiguo. Algunos obispos sufren diversas formas de acoso, como Mons. Guo Xijin; otros son obligados a participar en sesiones políticas, como Mons. Zhang Weizhu.
Represión también con los protestantes
La represión de Beijing tampoco perdona a los cristianos protestantes. En los últimos días, ChinaAid volvió a centrar los reflectores en el pastor Wang Yi, condenado el 30 de diciembre de 2019 a nueve años de prisión por «subversión contra el poder del Estado» y otros delitos. Wang fue activista por la democracia en la época de la masacre de Tiananmen. Posteriormente se convirtió al cristianismo y devino pastor de la Iglesia de la Primera Lluvia, una comunidad con al menos 500 fieles en Chengdu (Sichuan).
A tres años de su arresto, Wang pudo recibir la visita de su esposa. Jiang Rong dijo que su marido gozaba de buena salud, pero se lo veía demacrado . La mujer también fue detenida por la policía en varias oportunidades y prácticamente vive arrestada en su domicilio.
En un tuit publicado el 8 de noviembre, Lord David Alton condenó la continua persecución del PCC contra la Iglesia de la Primera Lluvia y recordó que el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias había pedido la liberación inmediata e incondicional de Wang.
Miembro de la Cámara de los Lores, Alton es una de las nueve personalidades británicas sancionadas por China en marzo: es la respuesta de Beijing a las medidas punitivas de Londres contra funcionarios y entidades chinas acusadas de violaciones de los derechos humanos en Xinjiang. Según el político británico, la comunidad internacional debería boicotear los productos chinos hasta que el PCC ponga fin a su política de «represión y genocidio».