(ACIPrensa/InfoCatólica) La noche del pasado viernes 5 de noviembre, en Bolivia, una niña de 11 años víctima de violación con solo 24 semanas de gestación, fue obligada a dar a luz de forma prematura. Este hecho se dio debido al manejo de la situación por organismos del Estado, entre los que se encontraban grupos abiertamente promotores del aborto.
La pequeña estaba resguardada en un lugar de acogida cuando fue sustraída por la Defensoría del Pueblo con una medida de amparo. Posteriormente, fue internada en un centro médico con condiciones insuficientes para atender un caso de tal gravedad y con tan alto riesgo, según informa ACI Prensa.
El proceso de parto se extendió por 12 horas aproximadamente, llegando a nacer el bebé después de las 10:00 a.m. del día siguiente, con un peso corporal de 500 gramos.
Néstor Higa y Yovani Cabello, abogados de la madre de la menor, denunciaron que la madre de la menor fue forzada a alejarse de su propia hija. «Qué necesidad tenían las autoridades del Estado de apurar el parto, ellos serán responsables si pasa algo peor con esa criatura», expresó Higa al diario boliviano El Deber.
Por otro lado, Nadia Cruz, Defensora Del Pueblo, fue líder de una marcha y protesta vandálica realizada el 7 de octubre en la sede de la Conferencia Episcopal Boliviana en La Paz, en la que se acusaba a la Iglesia Católica de haber obligado a la niña a no aceptar un aborto.
Respecto a los recientes sucesos, en entrevista con el diario Página Siete Digital, Cruz declaró: «lo único que puedo decirles es que se generó una protección respecto a los derechos de la niña».
Cabe destacar que, en Bolivia, el aborto no es legal, sin embargo, una mujer puede abortar sin ser penalizada si es que su embarazo es producto de violación y tiene un tiempo de gestación menor a las 22 semanas, límite establecido por el Ministerio de Salud.