(RevistaEcclesia/InfoCatolica) La Santa Sede ha ofrecido mil doscientas vacunas a través de la Limosnería Apostólica para personas que por su condición se encuentran marginados y en situación de pobreza, y debido a esto están expuestos al coronavirus.
El comunicado de la Limosnería llega en respuesta al llamado del Papa a que Nadie se quede excluido de la vacunación. Se administrará en el Aula Pablo VI de la Ciudad del Vaticano, por personal médico y sanitario voluntario del ambulatorio «Madre de la Misericordia», bajo la columnata de Bernini de la Plaza de San Pedro.
Siguiendo el llamado del pontífice, puede realizar su colaboración para que los hermanos más vulnerables accedan a este derecho a través de la página www.elemosineria.va. Como dijo el Santo Padre: «Todos deben tener acceso a la vacuna, sin que nadie quede excluido por su pobreza».
En enero se comenzó esta campaña vacunando a 25 personas sin techo que viven en los alrededores de la Plaza de San Pedro. La Iglesia desde inicios de la pandemia ha realizado donaciones en maquinarias para hospitales de Italia y de otros países.
«Vacunarse, es una forma de ejercer la responsabilidad hacia el prójimo y el bienestar colectivo» según el Santo Padre.
El diciembre pasado en su Mensaje de Navidad de 2020 pidió: «a los responsables de los Estados, a las empresas, a los organismos internacionales, que promuevan la cooperación y no la competencia, y que busquen una solución para todos. Es un reto que no conoce fronteras, no se pueden levantar barreras, todos estamos en la misma barca».