(CatholicHerald/InfoCatólica) Una enfermera cristiana y cantante de góspel (música evangélica) en Pakistán se vio obligada a esconderse después de que sus colegas la acusaran de cometer blasfemia.
El Centro de Asistencia Legal, Asistencia y Asentamiento (CLAAS) informó que la enfermera Tabita fue acusada por sus colegas en el Hospital de Maternidad Sobhraj, Karachi, donde había trabajado durante nueve años.
Según los informes, Tabita fue amarrada y encerrada en una habitación antes de que llamaran a la policía.
La policía la detuvo y la llevó a la comisaría de policía de Aram Bagh, en Karachi. Su investigación encontró que los cargos presentados contra ella no tenían fundamento.
Sin quejas previas en su contra, se dijo que la acusación fue el resultado de un malentendido entre colegas. Tabita fue absuelta de todos los cargos y ahora se ha escondido.
CLAAS-UK no pudo dar más detalles sobre el incidente. Cuando se comunicaron con Tabita, ella dijo que «no estaba en el estado de ánimo adecuado para tener una conversación». Sin embargo, dijo que explicaría en una fecha posterior.
Nasir Saeed, director de CLAAS-UK, condenó el incidente en un comunicado. Dijo que estaba aliviado de que las acusaciones fueran infundadas y elogió a la policía por su investigación imparcial. Sin embargo, señaló que esto será de poco consuelo para Tabita.
«Desafortunadamente, su vida nunca volverá a ser la misma», dijo, «ya que ella ya dejó su casa y se escondió. Pero lo más importante es que no está acusada por la ley de blasfemia, de lo contrario, habría tenido que pasar el resto de su vida en la cárcel».
«Según nuestro propio estudio», continuó Saeed, «las personas continúan haciendo mal uso de las leyes contra la blasfemia para ajustar sus cuentas personales».
El año pasado, 58 personas, nueve cristianos y cuarenta y siete musulmanes fueron acusados de blasfemia. Saeed señaló que «al menos tres personas inocentes, un cristiano, uno de la comunidad Ahmadiyya y un musulmán, han sido asesinados por individuos extremistas».
Hizo un llamado al gobierno para que investigue «el creciente uso indebido de la ley de blasfemia» contra personas inocentes y sugirió que se presenten cargos cuando sea necesario para prevenirlo.
Añadió que la amplitud y la vaguedad de la ley de blasfemia perpetúan su mal uso.
«Como vimos el año pasado, el político de alto rango y ex ministro de Relaciones Exteriores Khawaja Asif, fue acusado de cometer blasfemia cuando dijo que todas las religiones son iguales».
