(CNA/InfoCatólica) Los obispos católicos escoceses han protestado por el cierre de iglesias como parte de las recientes medidas contra el nuevo incremento de los contagios por Covid-19 en Escocia.
El gobierno de Escocia anunció nuevas medidas restrictivas de movimientos, aforos y cierres el día 4 de enero. El cierre de un mes afectará a las iglesias desde el 8 de enero hasta el 1 de febrero. Sólo podrán celebrarse funerales y matrimonios con un número limitado de asistentes.
El gobierno de Inglaterra también instituyó un nuevo bloqueo nacional esta semana, pero se permitirá que las iglesias permanezcan abiertas y los residentes podrán visitarlas individualmente y también asistir al culto público.
Los obispos escoceses pidieron que se reconsiderase el cierre de las iglesias, dado que otros sectores cerrados durante el cierre de marzo, como «la construcción, la manufactura y los deportes de élite, ahora han quedado libres» para seguir funcionando.
También señalaron la decisión del gobierno del Reino Unido de no restringir el culto público en Inglaterra, en reconocimiento a «la contribución esencial del culto público al bienestar espiritual de todos los ciudadanos».
Los obispos dijeron que la prohibición de los servicios religiosos públicos parece «arbitraria e injusta» para los católicos, dada la evidencia de que las medidas de higiene y seguridad que se han tomado en las iglesias han sido efectivas para prevenir la propagación de infecciones por coronavirus. Instaron al gobierno escocés a reconsiderar la restricción.
«Deseamos subrayar nuevamente los beneficios espirituales, sociales y psicológicos que brinda la continuación del culto público, y pedimos que se tengan en cuenta en las decisiones futuras», afirmaron.
«El culto público es un derecho humano y es un deber que la humanidad le debe a Dios», continuó el comunicado de la conferencia de obispos. «Más concretamente, los católicos necesitan la Eucaristía y el encuentro sacramental con el Señor como necesarios para su bienestar espiritual y su salvación última».
En Inglaterra
El cardenal Vincent Nichols dijo el lunes que el culto público es vital para la «resistencia personal», ya que el gobierno anunció un nuevo cierre en Inglaterra.
En un comunicado emitido el 4 de enero, el arzobispo de Westminster acogió con agrado la noticia de que los católicos en Inglaterra podrían seguir asistiendo a las misas, en medio de las estrictas nuevas medidas.
«La práctica regular de nuestra fe en Dios es una fuente bien establecida tanto de resistencia personal como de servicio dedicado a los necesitados. Tal resistencia y servicio duradero son vitales en estas difíciles circunstancias», dijo Nichols, quien es presidente de la conferencia de obispos de Inglaterra y Gales.