(La Nación/InfoCatólica) El grupo de shojtim llegó en un vuelo de la aerolínea El-Al que aterrizó ayer en la madrugada en el aeropuerto de Ezeiza y fue recibido por la embajadora de Israel en la Argentina, Galit Ronen.
Los shojtim se sumarán a otros 40 rabinos que ya estaban trabajando con los frigoríficos, pero que eran insuficientes para la cantidad de carne que se prevé exportar a Israel.
Desde el departamento de Asuntos Exteriores argentino destacan que ese país es un mercado potente que debe preservarse en medio de la pandemia del coronavirus, que provoca una caída en la demanda mundial. Este año se exportaran 24.000 toneladas de carne kosher a Israel por un estimado de US$170 millones.
Con el objetivo de garantizar el ingreso de las divisas, el canciller Felipe Solá aceleró las gestiones en las últimas semanas para agilizar el viaje de los religiosos que trabajarán en seis frigoríficos para asegurarse que la faena se realice de acuerdo a la ley judía y otorgarle la certificación kosher. Israel paga en promedio un 42% más por la carne argentina que otros países.
La certificación demanda «procesos productivos especiales que incluyen tanto el cumplimiento de normas higiénicas sanitarias de bienestar animal, así como también el cumplimiento del rito religioso». Los rabinos que llegaron al país están habilitados por el Rabinato de Israel y se sumarán al trabajo en plantas donde trabajan equipos de unas 15 personas.