(Asia News) El patriarca maronita, el Card. Beshara Boutros Raï, durante la homilía de la misa dominical con ocasión de la Fiesta de Nuestra Señora del Líbano, renovó su llamado a la clase dirigente, por una «recuperación de la vida económica» y exigiendo respuestas a la «creciente ola de pobreza». Hay que hallar un equilibrio, agregó, entre la «depreciación del valor de la libra y el elevado costo de vida».
El Card. Raï volvió a referirse a las «necesidades y desafíos» que el Ejecutivo debe afrontar, cuestiones que si bien ya estaban presentes en el pasado, han «aumentado por la parálisis impuesta» por el Covid-19. Hace meses que el país de los Cedros atraviesa una profunda crisis económica, política e institucional, agravada por la guerra en Siria y agudizada con el nuevo coronavirus. Un Líbano que se encamina al caos y que preocupa a la cúpula eclesiástica cristiana, que considera que está en acto «un complot para cambiar el rostro» de la nación.
En la homilía de la misa celebrada en la iglesia del patriarcado - y no, como marca la tradición, en la basílica de Harissa, próxima a la estatua de la Virgen - el purpurado pidió a Dios, a través de la intercesión de María, «curar» a los enfermos de coronavirus. Al mismo tiempo, invitó a aunar «los esfuerzos de funcionarios y trabajadores» en el campo político y social, ya que actualmente en el mundo «está aumentando el número de familias pobres» y de los que «no podrán recuperarse».
En tanto, en el frente político y económico, el primero de mayo pasado, el Primer ministro Hassan Diab, y el titular de Finanzas, Ghazi Wazni, firmaron un pedido oficial de asistencia dirigido al Fondo Monetario Internacional (FMI), tal como estaba previsto en el paquete de incentivos aprobado por el gobierno el 30 de abril. Después de semanas de deliberaciones, la medida fue adoptada por unanimidad, delineando un plan de recuperación económica orientado a restructurar la deuda, revisar el gasto público y obtener ayudas indispensables para repuntar una economía a la deriva. El plan prevé préstamos por 10 millardos de dólares, que se suman a los 11 aportados por los países donadores de la Conferencia de París del 2018 (CEDRE).
El patriarca Raï concluyó su homilía recordando que es un «deber del Estado» pagar las deudas de las instituciones contrayentes, como son «hospitales, escuelas, orfanatos», para que éstos puedan mantener a sus empleados y pagar los salarios». Por último, es fundamental resolver el añoso problema de la gestión de residuos, que sigue candente, y apoyar al Ejecutivo en vista del notable esfuerzo que está llevando a cabo para lograr «el regreso de los libaneses varados en el exterior, especialmente, los estudiantes».