(El Universar/InfoCatólica) El grupo armado entró al domicilio tirando puertas y ventanas, para torturar al activista frente a su esposa e hijos, y luego secuestrarlo. Con él fue sacado su cuñado Luis Carlos Widman Stubss, de 30 años, quien había acudido a auxiliar a sus familiares al oír el alboroto.
Benjamín, de 36 años, encabezó protestas este año contra la inseguridad, las extorsiones y los secuestros de miembros de su comunidad, incluido su hermano Érick, liberado hace mes y medio sin pago de rescate, ya que la comunidad mormona acordó no pagar el millón de dólares que exigían los delincuentes.
Dejan mensaje con represalia
El grupo de sicarios ingresó por las ventanas a la vivienda cerca de la 1:30 horas, según relataron familiares. Benjamín, dijeron, se percató de la presencia de varios hombres vestidos a la usanza militar y pensó que se trataba de soldados. Alcanzó a decir: “Que bueno que son ustedes”. Acto seguido comenzaron a golpearlo.
Después de la tortura, lo sujetaron y obligaron a ver, frente a sus cinco hijos, los abusos sexuales que cometieron a su esposa. Unos 15 minutos después llegó Luis Carlos. Ambos fueron sacados y asesinados en una brecha que conduce de la cabecera municipal de Galena al poblado de Flores Magón, a 50 kilómetros de su hogar.
Frente a su domicilio, los captores dejaron una lona firmada por "El General", en la que se lee: “Para los de Le Barón, que no creen, para que ahora sí crean, va como venganza por los 25 jóvenes levantados y detenidos en Nicolás Bravo”. También se amenaza de muerte a Romney Jones, otro de los líderes del movimiento y hermano del subsecretario de Fomento de la Sagarpa, Jeffrey Jones.
Se cree que el ataque es respuesta a la supuesta contratación de un grupo de inteligencia por parte de la comunidad que busca dar con el paradero de los secuestradores y asesinos, pero ello no ha sido confirmado por las autoridades.
Captura que terminó en venganza
El 12 de junio, elementos del Ejército mexicano arrestaron a 25 delincuentes en el poblado de Nicolás Bravo, municipio de Madera. Dicha banda se dedicaba al secuestro y extorsión en toda la zona noroeste del estado, que comprende los municipios de Casas Grandes, Janos, Namiquipa y el propio Galena.
Algunos de sus miembros reconocieron que su líder era José García "El General". Se presume que varios de ellos participaron en el secuestro de Érick, hermano de Benjamín, y que propició el nacimiento del movimiento social de protesta.
El portavoz del Operativo Conjunto Chihuahua, Enrique Torres, informó en su momento que la detención de los 25 sujetos se había logrado tras denuncias anónimas de habitantes de la zona, lo que al parecer ocasionó que los delincuentes buscaran venganza en los dirigentes de los Le Barón.
Tomarán las armas
Habitantes de la colonia Le Barón revelaron que el crimen, aunado a la ola de secuestros previos, causó tal malestar que han decidido tomar las armas e iniciar por cuenta propia un operativo tanto de defensa de sus familias, como de búsqueda de los responsables.
Para lo anterior, desde la mañana del martes un contingente partió a Estados Unidos, la mayoría de los Le Barón tienen doble nacionalidad, para adquirir rifles y equipo de campaña.
Tras conocer del crimen, el gobernador José Reyes Baeza conminó a “estar juntos, para hacerle la vida imposible a quienes se decidan a atentar contra los derechos y garantías de las personas en el estado”. Afirmaciones que de inmediato fueron calificadas como tibias por habitantes de la zona noroeste.
El mandatario agregó que ningún acto de barbarie debe amedrentar o intimidar a la autoridad ni a la sociedad.
La procuradora de Justicia, Patricia Rodríguez, visitó el municipio de Galena para coordinar las tareas de investigación, al tiempo que el Ejército, la Policía Federal y la Ministerial Investigadora, además del Sistema de Inteligencia Policial (Cipol), montaron un operativo de rastreo para ubicar a los sicarios.
El gobernador informó que dos helicópteros apoyan en el megaoperativo para dar con los responsables.
Legisladores federales, además de organizaciones como México Unido Contra la Delincuencia, condenaron el asesinato. Demandaron al gobierno federal envíe elementos de seguridad para resguardar a la comunidad mormona.
