(SIC Agencia) Desde que comenzara el estado de alarma, el pasado 15 de marzo, la Iglesia –a través de Cáritas– ha intensificado su labor social en distintas partes de la Región de Murcia para continuar atendiendo y brindando apoyo a las personas en situación de vulnerabilidad. Uno de los municipios donde se están llevando a cabo estas medidas es Cartagena, allí, Cáritas se coordina con el Ayuntamiento para poder atender al mayor número de personas posible. «En Cartagena, la colaboración de la Iglesia con los Servicios Sociales del Ayuntamiento es grandísima desde el primer momento, para poder llegar al máximo de personas que lo necesiten, todos unidos», afirma Petri García, coordinadora de Cáritas Cartagena y consejera de la zona pastoral número cuatro.
La casa de espiritualidad Coto Dorda es uno de los recursos que el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, ha puesto al servicio del Ayuntamiento cartagenero. Allí, pueden atender hasta 40 personas sin hogar. A día de hoy, el Coto Dorda acoge 28 personas, de las cuales 12 son usuarias del Hogar Sagrada Familia de Cáritas. «La intención es unificar los recursos para tener que recurrir al menor número posible de personal y evitar los contagios», asegura Petri García.
Las comidas y cenas del Coto Dorda se llevan a cabo desde el comedor Jesús Maestro y Pastor de Cáritas que, además, continúa dando servicio a sus usuarios todos los días, en turnos de mañana y de noche. «En el comedor contamos con distintos técnicos de la entidad y un cocinero de la eh! –Escuela de Hostelería de Cáritas– y, como en todos los servicios, estamos llevando a cabo las medidas de seguridad que se han recomendado por las autoridades sanitarias».
El Economato es otro de los recursos que Cáritas mantiene en funcionamiento en Cartagena. En él personas en situación o riesgo de exclusión social tienen acceso a alimentación y productos de higiene y limpieza. «Con esta situación provocada por la pandemia ha aumentado el número de familias derivadas por el Ayuntamiento, por eso este servicio hace más falta que nunca». La atención de este proyecto se mantiene exclusivamente con personal contratado de Cáritas. «Nuestros voluntarios, al ser muchos de ellos mayores, son personas de riesgo ante esta pandemia y hay que minimizar riesgos y protegerlos». Además, el Economato también suministra los productos de limpieza e higiene que se están utilizando en el Coto Dorda. «Se han aplicado medidas de seguridad similares a la de los supermercados: entrada de dos en dos, distancia de seguridad, etc. Y, de momento, todo va bien».
Por otra parte, las Cáritas parroquiales de esta zona pastoral continúan activas para atender las necesidades de sus participantes. Según Petri García, las 29 parroquias de Cartagena se han cerrado al culto, pero sus Cáritas parroquiales continúan abiertas, atendiendo a quienes lo necesitan. Además, se han facilitado distintos salones parroquiales para la entrega de los repartos de alimentos que está llevando a cabo el Ejército, en colaboración con el Ayuntamiento. Las parroquias que se han ofrecido a hacer este servicio son: Sagrado Corazón de Jesús, Inmaculado Corazón de María, Nuestra Señora de la Esperanza, Cristo de la Salud, La Inmaculada Concepción y San Juan Bautista.
«Como veis la Iglesia no está parada –asegura Petri García–, la Iglesia está en camino, está en las periferias y con quienes más lo necesitan, tal y como nos pide el papa Francisco; y quienes no pueden estar en activo, como muchos de nuestros voluntarios, están rezando por todos nosotros».