(InfoCatólica) El texto de ambas propuestas es el siguiente:
Denunciaremos los acuerdos entre España y la Santa Sede de 1979 que dan continuidad al Concordato de 1953, en cumplimiento del precepto constitucional que establece la aconfesionalidad del Estado y la libertad religiosa, e impulsaremos un nuevo acuerdo bilateral entre ambos Estados, basado en el principio de laicidad, para mantener unas relaciones de cooperación moderna con la Iglesia Católica.
Recuperaremos los bienes matriculados indebidamente por la Iglesia, y llevaremos a cabo una revisión de las operaciones que se han basado en el privilegio de inscribir en el Registro de la Propiedad bienes a partir de simples declaraciones de sus propios miembros.
A falta de un mayor detalle, todo indica que un gobierno del PSOE, especialmente si se apoya en partidos a su izquierda, propondría un cambio sustancial en los actuales acuerdos de España con la Santa Sede, firmados en 1979, en el apartado referente a la educación religiosa en las escuelas, que dice lo siguiente:
Los planes educativos... incluirán la enseñanza de la religión católica en todos los Centros de Educación, en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales.
En los niveles educativos a los que se refiere el artículo anterior, la enseñanza religiosa será impartida por las personas que, para cada año escolar, sean designadas por la autoridad académica entre aquellas que el Ordinario diocesano proponga para ejercer esta enseñanza. Con antelación suficiente el Ordinario diocesano comunicará los nombres de los profesores y personas que sean consideradas competentes para dicha enseñanza
En cuanto a las inmatriculaciones, realizadas gracias a una ley aprobada en el Parlamento español durante el gobierno de José María Aznar, la izquierda española lleva tiempo intentando arrebatar a la Iglesia la propiedad de algunos de sus templos, caso de la Catedral de Córdoba o la Seo de Zaragoza.
Fernando Jiménez Barriocanal, vicesecretario para asuntos económicos de la Conferencia Episcopal Española, dijo el año pasado en la Cadena Cope que «hay que dejar muy claro que la Iglesia no se ha apropiado de ningún bien, y el hecho de inmatricular no significa que adquieras la propiedad. Si por algún error, por alguna omisión hubiera un bien que se ha inmatriculado indebidamente, en ningún caso eso significa que el bien es tuyo, y por tanto hay procesos establecidos para justificar esa inmatriculación».