(Fides) En un comunicado emitido el martes 27 de agosto, el cardenal libanés lamentó las reiteradas violaciones israelíes de la resolución 1701 aprobada por unanimidad por el Consejo de Seguridad de la ONU en agosto de 2006, que pedía la retirada de las fuerzas armadas Israelíes del sur del Líbano, el alto a los ataques de las milicias de Hezbolá contra el ejército israelí y el fin de cualquier operación militar en las zonas fronterizas.
El Patriarca también reafirmó la urgencia de establecer e implementar «una estrategia de defensa nacional» invitando a la Comunidad Internacional a presionar a Israel para que presione al estado judío «a respetar las resoluciones internacionales, particularmente la 1701, que viola regularmente», y para «aumentar el apoyo político, económico y militar al Líbano para ayudar al país a superar sus dificultades».
De los dos drones enviados por Israel a Beirut, uno explotó en el aire y otro cayó sobre la capital libanesa explotando fuera de la sede de las oficinas de comunicación de Hezbollah y causando daños importantes a la estructura. Los medios locales informan que los drones israelíes serían controlados a distancia en el último tramo por operadores en territorio libanés.
La «guerra de los drones» constituye otro inquietante capítulo en los conflictos y enfrentamientos armados que atormentan Oriente Medio.
Unas horas antes, el ejército israelí había hecho una incursión en Aqraba, en Siria, al sureste de Damasco. Según informes de fuentes israelíes, el ataque aéreo estaba dirigido a «destacamentos de la guardia revolucionaria iraní y de las milicias chiítas que en los últimos días estaban preparando planes de ataque desde Siria contra Israel», mediante el uso de drones armados. La incursión israelí en Siria también causó la muerte de dos expertos libaneses en ingeniería aeronáutica y expertos en el manejo de drones.