(AsiaNews) Los católicos tailandeses han recibido con entusiasmo el llamado del Card. Fernando Filoni por una Iglesia «misionera, libre de la auto-celebración». Es cuanto declara, en diálogo con AsiaNews el Pbro. Marcos Ribolini, sacerdote del Instituto Pontificio de Misiones Extranjeras (PIME) y párroco de Mae Suay, una misión situada en la joven diócesis de Chiang Rai. Con ocasión de las celebraciones por el 350mo. aniversario del vicariato apostólico de Siam, el prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos realizó una visita pastoral a Tailandia de 6 días de duración, del 16 al 21 de mayo.
Los compromisos del Card. Filoni se iniciaron en la catedral de la Asunción de Bangkok, donde el prelado se reunió con los obispos de la Conferencia episcopal tailandesa (CBCT); les señaló la necesidad de un «nuevo ímpetu misionero» en la Iglesia local. En la mañana del 18 de mayo, durante la solemne celebración eucarística en Sam Phran (a 30 km al oeste de Bangkok), el prelado se encontró con los católicos de la capital, del Sur y del centro del país. Al día siguiente, se dirigió a Chiang Mai, en el Norte, donde, durante la tarde, celebró una misa con la joven comunidad católica local.
«El viaje del cardenal -prosigue el Padre Ribolini- estuvo acompañado por la alegría de todos los católicos tailandeses, sobre todo porque se dio durante las celebraciones que reafirman la histórica presencia de la Iglesia en el país. Los mensajes que el cardenal ha dado a la Iglesia local son muy positivos, en particular, el discurso sobre el tema de la evangelización pronunciado en Sam Phran». «Aquí, el Card. Filoni resaltó las dificultades que aguardan a la labor evangelizadora en el continente asiático».
Durante el encuentro con los religiosos, seminaristas y catequistas, el prelado declaró: «Debemos reflexionar sobre el hecho de que nuestra misión de bautizados en Asia es una verdadera misión; sobre todo, en vista de la multiplicidad de culturas y expresiones religiosas, más allá de las realidades de siglos de familias y lugares de trabajo. En este contexto, testimoniar nuestra fe nos lleva a la confrontación con la multitud de los no bautizados, su mentalidad y su estilo de vida, que a veces pueden estar en contraste con el Evangelio y con la dignidad de las personas. La vida cristiana, por lo tanto, es un signo y un desafío para la búsqueda del verdadero sentido de la existencia».
«El cardenal-afirma el misionero- reafirmó la necesidad de una evangelización que no sea de mera fachada, sino capaz de proponer a Jesucristo con valentía, incluso fuera del ámbito de las escuelas e instituciones católicas. El prefecto de la Congregación para la evangelización de los pueblos hizo un llamado de atención a una Iglesia misionera, libre de toda auto-celebración».
La Iglesia del Norte de Tailandia sigue siendo una Iglesia «catecumenal», de primera evangelización y animada por las conversiones. «Aquí, en Chiang Rai -concluye-, el ambiente católico está representado por núcleos tribales que decidieron volverse cristianos en bloque. Con el obispo, Mons. Joseph Vuthilert Haelom, nos disponemos a afrontar el desafío lanzado por el Card. Filoni, comenzando a partir de la historia de los pueblos particulares. Recién en los años 50 ellos devinieron un terreno para la obra evangelizadora de los misioneros, como el p. Giovanni Zimbaldi. En este sentido, estamos programando actividades e iniciativas que tomen como punto de partida la figura de quien trajo el Evangelio a cada una de las comunidades».
