(Agencias/InfoCatólica) «Lo vamos a valorar en la Conferencia Episcopal el día viernes, y tomar la decisión», dijo Brenes, al ser consultado como periodistas.
El lunes pasado la CEN anunció que se desligaba de las negociaciones, debido a que ni el Gobierno, ni la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, le habían solicitado su participación, no obstante, el martes las partes propusieron a Brenes actuar como «testigo y acompañante».
La presencia de la Iglesia Católica en las negociaciones es clave, debido a que se trata de la única institución con credibilidad para participar como mediadora, luego de que sus sacerdotes abrieron las puertas de las parroquias a los heridos y arriesgaran sus vidas para evitar muertes en la etapa más sangrienta de la crisis, entre abril y julio pasados.
La Iglesia Católica ya había actuado como mediadora en el diálogo nacional que se inició en mayo pasado, y que concluyó en julio, cuando grupos oficialistas agredieron físicamente al clero, y luego el presidente Daniel Ortega los acusó de apoyar un supuesto golpe de Estado.
A pesar de que las partes negociadores enviaron la invitación de Brenes a título personal, el cardenal afirmó que no es «una persona aislada de Nicaragua», sino que pertenece «a un colegio que se llama Conferencia Episcopal», por lo que está pendiente de ver si se hará acompañar de otros obispos.
Cientos de muertos
Nicaragua vive una crisis que, desde abril pasado, ha dejado entre 325 y 561 muertos, de 340 a 777 detenidos, cientos de desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles en el exilio, según organismos humanitarios.
Ortega reconoce 199 muertos y 340 detenidos, a los que llama «terroristas», «golpistas» o «delincuentes comunes».
Tras doce años seguidos en el poder, Ortega no acepta la responsabilidad de la crisis ni tampoco las acusaciones generalizadas sobre graves abusos de las autoridades contra los manifestantes antigubernamentales y denuncia ser víctima de un intento de «golpe de Estado fallido».
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha denunciado que el Gobierno de Nicaragua ha cometido crímenes «de lesa humanidad», mientras que en la Organización de los Estados Americanos (OEA) está en proceso la aplicación de la Carta Democrática Interamericana.