(ACI/InfoCatólica) Al presidir el Te Deum por el 199º aniversario de la Revolución de mayo de 1810 que se celebró ayer, el Obispo de Puerto Iguazú, Mons. Marcelo Raúl Martorell, señaló que "los inicios de nuestra patria estuvieron signados por valores cristianos y católicos que impregnaron su vida pública y le dieron forma. Es bueno respetar y honrar los orígenes de nuestra cultura siendo fieles a la propia identidad".
En presencia de la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, las más altas autoridades del país y el Nuncio Apostólico, Mons. Adriano Bernardini, el Prelado hizo votos para que "Cristo, Señor de nuestra historia y de nuestra vida común, (…) nos haga crecer como pueblo, como habitantes, como ciudadanos, como nación".
Seguidamente el Obispo subrayó que "la patria nació con el sello de Dios y es bueno renovar esta instancia providencial. Esto es justamente lo que pretendemos hacer en cada celebración de una fecha patria. Necesitamos mirar hacia el futuro con esperanza haciendo pie en nuestro presente pero sin olvidar el camino recorrido por los hombres de nuestra patria, sin olvidar la propia historia, nuestras raíces, nuestra cultura".
Al igual que Jesús, que "amaba profundamente a su patria y a su cultura y anhelaba para ella lo mejor", el Prelado sostuvo que "así también todos los que estamos aquí rezando anhelamos un futuro mejor para nuestra patria. Un futuro en el que haya lugar para la fe en Dios, para la educación, la salud, la inclusión de sus habitantes, en el que se pueda trabajar más y mejor y en el que sean importantes los derechos y los deberes de los ciudadanos".
"Quiera Dios que el proyecto de vida político, económico y social que seamos capaces de delinear nos lleve a fortalecer nuestra joven democracia. Que sepamos encontrar las respuestas adecuadas para salir de la profunda crisis moral –que es la raíz de muchos males culturales y sociales presentes en este mundo globalizado– que hoy nos afecta también a nosotros".
Tras comentar que la presente oportunidad de superar la crisis puede privilegiar "la construcción del bien común o malgastarla con nuestros intereses egoístas y posturas intransigentes que nos fragmentan y dividen", Mons. Martorell explicó que "debe ser exigencia para todos nosotros: obispos, gobernantes y miembros de la comunidad con alguna responsabilidad pública el sentirnos responsables por el bien general superando las diferencias que nos enfrentan, buscando la reconciliación y aportando todas nuestras energías".
La presidenta Cristina Kirchner, por su parte, sin referirse a las raíces cristianas, hizo un llamamiento patriótico a los argentinos: “Convoco desde Iguazú a todos los argentinos a una nueva gesta”, afirmó Cristina Kirchner, tras indicar que “hemos encontrado el camino y debemos profundizarlo con ideas, gestión, unidad nacional, convicción y profundo patriotismo”.
La primera mandataria se expresó en estos términos al encabezar la celebración por el 25 de mayo en el Hito de la Triple Frontera, acompañada por el gabinete nacional y los gobernadores de Misiones, Buenos Aires, Formosa, Jujuy y Chaco, desde donde deseó con un ‘feliz Dia de la Patria‘ a todos los argentinos. Kirchner, que enfrenta una dura campaña electoral, y en referencia a la conmemoración de los 200 años de la Patria, a celebrarse en el 2010, confió que: “Sueño que el Bicentenario nos encuentre con una Argentina diferente”.