(Europa Press/InfoCatolica) A preguntas de los periodistas en Jaén tras la polémica creada a raíz de las citadas manifestaciones, en el marco de la reforma de la ley del aborto, el Purpurado insistió en que la vida humana es "innegociable desde su concepción hasta su muerte natural" y todo lo que le afecte debe ser cuidado "con un respeto exquisito".
"Cuando la valoración de la persona, en cualquier fase de su existencia, disminuye nos podemos temer lo peor, porque es el valor más apreciable y cuando ese valor baja todo lo demás se tambalea", subrayó.
En este sentido, también aludió al anuncio del Gobierno sobre la dispensación de la píldora del día siguiente en farmacias y sin receta médica y lo calificó de "una cosa un tanto absurda", sobre la que la Conferencia Episcopal ya se pronunció en contra. "Cualquier práctica abortiva del tipo que sea es completamente rechazada", apostilló.
Igualmente, el Cardenal se refirió a uno de los aspectos más discutidos del anteproyecto de la nueva normativa, el de la posibilidad de que las jóvenes de 16 años puedan abortar sin conocimiento de los padres. Así, se mostró tajante al indicar que "no se puede pasar por encima de los padres y de la familia de ninguna manera".
"Los padres tiene unos derechos sobre sus hijos y, sobre todo, unas grandes responsabilidades. No se puede actuar de esa manera, sin escuchar a a los padres, sin proteger los derechos y responsabilidades de los hijos. La hija con 16 años puede abortar, ¿y el dolor que llevarán toda la vida los padres?", se preguntó el cardenal.