(Vatican News) La tarde del 12 de septiembre fueron puestos en libertad seis rehenes secuestrados por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la formación de la guerrilla más grande que aún permanece activa en el país sudamericano.
Intervención de la Iglesia y otras organizaciones internacionales
La liberación se produjo en el departamento occidental de Chocó, con el acompañamiento de la Iglesia Colombiana, la Cruz Roja Internacional, la Defensoría del Pueblo y otras organizaciones humanitarias. El gesto se suma al anuncio hecho la semana pasada de querer liberar unilateralmente a los prisioneros en su poder y la liberación de tres soldados en el departamento oriental de Arauca.
El ELN enfatizó que había procedido a pesar de «las dificultades planteadas por el gobierno nacional, que se negó a acordar protocolos que favorecieran la liberación de los seis prisioneros». El hecho ha sido considerado un paso importante, pero aún no decisivo, en las vías al camino que conduzcan la paz entre el gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional.
Postura del gobierno colombiano
En los últimos días, el presidente de la República de Colombia, Iván Duque puso la liberación de todos los rehenes en manos del ELN como condición previa para continuar las conversaciones de paz realizadas en La Habana. Ayer se dio la bienvenida a la liberación, pero reiteró que el Gobierno «será frente a una verdadera voluntad de paz, pero esto va para la liberación de todos los presos y el cese de las actividades violentas contra la población ".
Los deseos de la Iglesia por una paz «plena»
El presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, Mons. Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio, emitió un pronunciamiento sobre la liberación de los presos a través de una declaración en un breve vídeo (https://www.cec.org.co/sistema-informativo/destacados/iglesia-celebra-liberaci%C3%B3n-de-secuestrados)
Mons. Urbina felicitó a los presos liberados y a sus familias y les prometió lo siguiente: «Como Iglesia colombiana seguiremos acompañando con atención todas las iniciativas humanitarias, con la esperanza de que todos los que son prisioneros pueden volver abrazarse con sus seres queridos». El presidente conferencia de obispos colombianos también espera que estos pasos conduzcan a la reanudación del diálogo entre el Gobierno y ELN, con el fin de lograr la paz «plena» para Colombia.