(AsiaNews) Google, el coloso de la Informática, estaría desarrollando un motor de búsqueda «dedicado» específicamente al mercado chino, que sería capaz de auto-censurar cualquier búsqueda que pudiera incomodar al Partido Comunista. Es lo que afirma la revista «The Intercept». Los rumores fueron confirmados por algunos empleados del célebre sitio, que comentaron «el enfado que sienten los desarrolladores» ante la medida adoptada por los directivos de la compañía. Un empleado del sector informático incluso habría presentado su renuncia para «no tener nada que ver» con el proyecto.
El proyecto se denomina «Dragonfly» y es capaz de bloquear cualquier búsqueda online sobre temas como derechos humanos y religión. Se presume que dentro de la censura automática también quedarían involucradas otras cuestiones sensibles para el Partido Comunista, como el Tíbet, Xinjiang, Liu Xiaobo o el Dalai Lama. El «Securities Daily», órgano de prensa propiedad del Estado chino, ha negado la existencia de este nuevo motor de búsqueda.
Sin embargo, varias fuentes internas de Google, al ser consultadas por las agencias de noticias internacionales más importantes, han confirmado que se está llevando a cabo esta transformación. La oficina de prensa del coloso informático difundió un breve comunicado al respecto: «Ya tenemos varias aplicaciones para celulares en China, como Google Translate y Files Go, y tenemos inversiones consistentes en compañías de esa nación como es el caso de JD.com. Pero no comentaremos los rumores referidos al futuro».
«Dragonfly» se habría puesto en marcha en la primavera del 2017, luego de un encuentro entre el administrador delegado de Google, Sundar Pichai y un alto funcionario del gobierno chino. Al referirse a mercado chino, en el año 2016, el mismísimo Pichai dijo: «Google es para todos. Nosotros queremos estar presentes en China, para estar al servicio de los usuarios chinos». En este momento, el «Gran G» tiene tres oficinas funcionando en el territorio, con unos 700 empleados, a pesar de que su producto más importante –el motor de búsqueda- aún no es utilizable en el país.
Patrick Poon, investigador en Amnesty International, comenta al respecto: «Será un día muy sombrío cuando Google decida aceptar la extrema censura de Beijing para entrar en su mercado. Anteponiendo el mercado a los derechos humanos, Google sentará un precedente escalofriante. Hará que triunfe el gobierno chino».