(Efe/InfoBae) El cardenal y arzobispo de Managa aseguró durante su homilía en la Iglesia Cristo de las Colinas que «Estar en el diálogo será un gesto de colaborar en la pacificación de nuestro país. Tenemos que pedir por la presencia de Dios, no solamente entre nosotros los obispos, sino en cada uno de los hombres y mujeres que formamos parte de este país».
El purpurado indicó que «a veces pensamos que no hay alternativa, pero nunca olvidemos que podemos ir abriendo una rendija para encontrar esa luz que nos lleve a un vivir en verdad, justicia, libertad y amor, ese caminar difícil solo nos dirige hacia el diálogo», continuó.
El diálogo convocado por el régimen de Daniel Ortega aún no tiene fecha de inicio. La Conferencia Episcopal, mediadora y testigo de ese diálogo, indicó este jueves en un comunicado que «el objetivo de este diálogo nacional debe de ser revisar el sistema político de Nicaragua desde su raíz, para lograr una auténtica democracia».
El Episcopado anunció que la sede del diálogo nacional, «el que pensamos debe instaurarse lo más pronto posible, será en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima», en Managua.
Nicaragua atraviesa una crisis desde hace tres semanas, debido a multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente Ortega, que comenzaron exigiendo medidas de seguridad social y continuaron a pesar de que el mandatario revocó su decisión.
Desde que comenzaron las manifestaciones, la brutal represión del régimen dejó al menos 45 muertos, la mayoría entre el 18 y el 22 de abril pasado, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), mientras que otras organizaciones humanitarias elevaron a 63 los fallecidos.