(InfoCatólica) «Como cualquier año, éste ha tenido sus desafíos para nuestro mundo, nuestro país y para cada uno de nosotros individualmente», dijo el arzobispo Fisher, quien añadió.
«Para las personas de fe se podría decir que ha sido un 'annus horribilis', debido a que nuestra concepción cristiana sobre la vida y el amor han sido cuestionadas en los debates sobre matrimonio y eutanasia, a que la libertad religiosa en Australia se ha puesto en duda y a los vergonzosos crímenes y encubrimientos en nuestra Iglesia descubiertos por la Comisión Real»
Aun así, el prelado recuerda que «la historia de Navidad insiste en que hay una estrella en el cielo oscuro, luz en medio de los temores y los fracasos».
El arzobispo aludió a la fuerza de la fe de sus jóvenes, refiriéndose a los miles que asistieron al reciente Festival de la Juventud Católica de Australia. Dijo que había una nueva esperanza para 2018.
«Una multitud de jóvenes que defiende la fe y los ideales nos dice que independientemente de los fracasos del pasado, podemos tener esperanza para nosotros mismos, nuestras familias, nuestra iglesia, nuestra nación, nuestro mundo. Nuestros jóvenes no son ingenuos acerca de las vergüenzas de nuestro pasado o las pruebas de nuestro futuro, pero quieren ser parte de la respuesta a ambos. Están respondiendo generosamente a la llamada de ser sacerdotes y profetas, líderes siervos y santos, los héroes espirituales que necesitamos para nuestro tiempo.»