(Fides) La policía ha arrestado a seis miembros de una banda dedicada a los robos en la carretera, liderada por un ex jefe de policía llamado Jude Madu. Los criminales han confesado ser los responsables del secuestro del p. Onunkwo, con el fin de hacer pagar un rescate a la familia y a la iglesia. El sacerdote murió ahogado porque le taparon la boca con el celo. En su declaración, los asesinos han asegurado que no era su intención provocar la muerte del presbítero.
Según la reconstrucción de la policía, a última hora de la tarde del 1 de septiembre el coche del p. Onunkwo fue bloqueado cerca del Banana Junction, en Amaifeke, por algunos hombres armados que los secuestraron. El sacerdote, que llevaba a a cabo su servicio en Orlu, se dirigía a su aldea natal, Osina, para participar en el funeral de su padre, fallecido el 28 de agosto. El cuerpo del sacerdote, que fue encontrado el 2 de septiembre cerca de la aldea de Omuma, no presentaba heridas y en un primer momento, se pensó que el sacerdote hubiese sido estrangulado. Ahora, según los datos confesados por sus secuestradores, ha surgido la hipótesis de un homicidio accidental.
En los últimos años, en Nigeria, sobre todo en los estados meridionales, han aumentado los secuestros con fines de pedir rescates de sacerdotes y religiosos, sobre todo en las carreteras principales que unen una ciudad con otra. La mayor parte de ellos son liberados pocos días después, peor desde hace casi dos años no se tienen noticias del p. Gabriel Oyaka, religioso nigeriano espiritano (Congregación del Espíritu Santo), secuestrado el 7 de septiembre del 2015 en el Estado de Kogi.
La Conferencia Episcopal de Nigeria ha prohibido el pago de cualquier rescate en el caso de secuestro de sacerdotes y religiosos/as.