(El Comercio/InfoCatólica) «Un colegio de jesuitas casi sin jesuitas» es el que dirigirá Fernández Llaneza, por lo que animó a todos los presentes a colaborar para «no perder nuestra identidad», lo que supondrá «un esfuerzo importante». «Afortunadamente -dijo- tenemos un gran equipo de pastoral, pero nadie debe sentirse excluido. Cada uno desde su tarea hace pastoral en el modo y forma de enfrentarse a ella», y no olvidó que «todo el colegio es capilla». Solo así, abundó, «seremos capaces de transformar una amenaza en oportunidad».
También incidió, según informó la Red Ignaciana de Asturias, en que el colegio está inmerso en un importante «proceso de innovación-renovación metodológica y tecnológica». Un proceso que «no tiene vuelta atrás», porque «o nos subimos al tren o nos quedaremos descolgados», insistió en sus primeras palabras como director. No olvidó un agradecimiento al anterior equipo directivo, que sabe «que estará ahí para cuando necesitemos su consejo».