(ACI Prensa) Este viaje, que se produce en la celebración de los 100 años de las apariciones de la Virgen en Fátima, tendrá su punto central en la Misa de canonización de los pastorcitos Francisco y Jacinta el sábado 13.
«Viernes y sábado próximos me encontraré, como peregrino, en Fátima, para encomendar a la Virgen los destinos temporales y eternos de la humanidad, y pedirle sus bendiciones en el Cielo», explicó el Pontífice.
El Santo Padre pidió a los presentes que sus oraciones sirvan para sostener las suyas: «Pido a todos que os unáis a mí, como peregrinos de la esperanza y de la paz. Que vuestras manos, en continua oración, sostengan las mías. Quiera la mayor y mejor de las Madres velar sobre cada uno de vosotros, a lo largo de vuestros días hasta la eternidad».
Francisco exhortó a tener una especial atención hacia la Virgen durante este mes de mayo. En el contexto de su catequesis, sobre «María, madre de la esperanza», animó a que «aprovechemos este mes de mayo para encontrar en la oración más a menudo a María, nuestra Madre. Ella nos guía a su Hijo Jesucristo y está cerca de nosotros con su protección materna».
En ese sentido, animó a los cristianos a imitar a los pastorcitos de Fátima, y aprender, como ellos, «a cultivar la devoción a la Madre de Dios, con el rezo cotidiano del Rosario».