(Actuall) El negocio del aborto en el Estado de Kentucky está a punto de desaparecer. En los últimos años, al menos dos establecimientos donde se acaba con la vida de seres humanos a los que se impide nacer, fueron cerrados por carecer de las licencias pertinentes.
Aún queda una en pleno funcionamiento, pero las autoridades ya han señalado que no cumple las mínimas medidas de seguridad para casos de emergencia que se puedan presentar.
En concreto, las autoridades han denunciado al negocio abortista por no cumplir la norma que obliga a tener acuerdos con un servicio de ambulancias y un hospital.
Por otro lado, el gobierno de Kentucky ha denegado la petición de reapertura de otro abortorio de Planned Parenthood debido a que tampoco cumple con este requisito básico.
El portavoz del Estado de Kentucky ha explicado a USA Today que «la administración Bevin está trabajando de forma diligente para proteger la salud, el bienestar y la vida de las mujeres de Kentucky», al tiempo que ha recordado que estas exigencias de seguridad para casos de emergencia están vigentes desde 1998.
Planned Parenthood se suma a la lucha legal
La pelea legal está servida. La EMW Women’s Clinic de Louisville, presentó en los tribunales una demanda para bloquear su cierre a la que se han sumado esta semana las sucursales de Kentucky y de Indiana de la mayor multinacional del aborto, Planned Parenthood
El gobernador Matt Bevin trató de cerrar el abortorio de Louisville a principios de año, pero las autoridades aceptaron esperar a tomar la decisión definitiva hasta que se resuelva el proceso judicial iniciado por el negocio.
Si el Kentucky logra cerrar el abortorio de EMW Womens Clinic, tomará la delantera a los otros seis estados de la Unión en los que sólo queda un abortorio: West Virginia, Mississippi, Missouri, Dakota del Norte, Dakota del Sur y Wyoming.