(El Confidencial Digital) Con fecha 27 de enero, el Gobierno ha contestado de esa manera, por escrito, a la pregunta escrita que formuló el senador valenciano por Compromís Carles Mulet. La cuestión fue planteada el 1 de octubre de 2016, con esta formulación concreta: «¿Piensa el Gobierno mantener el concordato con el Vaticano?».
La respuesta recuerda al senador valenciano que el último Concordato suscrito entre el Estado Español y la Santa Sede, de 27 de agosto de 1953, dejó de tener vigencia en el año 1979, cuando fue sustituido íntegramente por cuatro Acuerdos de Cooperación entre España y la Santa Sede: sobre asuntos jurídicos, sobre enseñanza y asuntos culturales, sobre asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas y sobre asuntos económicos.
Precisa que estos acuerdos son «conformes con los principios proclamados por el artículo 16 de la Constitución española». Fueron suscritos el 3 de enero de 1979, ratificados el 13 de septiembre de 1979 por el Congreso de los Diputados, y el 30 de octubre de 1979 por el Senado «por amplia mayoría de votos en ambas Cámaras».
El Gobierno responde al senador que «desde entonces, el Tribunal Constitucional ha venido sosteniendo, en todos sus pronunciamientos sobre la materia, la plena conformidad de los Acuerdos con los principios y normas constitucionales».
Considera, a la vez, que «tales circunstancias no han cambiado, habida cuenta de las estrechas relaciones de colaboración y cooperación mantenidas por España con la Santa Sede, que siguen desarrollándose satisfactoriamente en el marco de los Acuerdos antes referidos».
La respuesta escrita concluye: «El Gobierno considera que las relaciones de España con la Iglesia Católica deben seguir basándose en los principios de libertad religiosa, aconfesionalidad del Estado, cooperación y dentro del marco del ordenamiento constitucional vigente».
Mulet piensa que se incumplen los principios constitucionales
El senador de Compromís ha declarado a El Confidencial Digital que «lamenta que se continúe incumpliendo los principios constitucionales de respeto a todas las creencias» y que su pregunta se basaba en «la constante crítica social al mantenimiento de privilegios de esta religión (la católica) dentro de un estado que se declara aconfesional».
Mulet piensa que «estos acuerdos internacionales entre dos Estados confiere privilegios fiscales a una sola religión y la posibilidad de inmiscuirse en la educación pública» y critica la contestación del Gobierno porque «los Acuerdos de 1979 se firmaron en pleno período de transición, con la inestabilidad política de la época y la traición a su electorado en buena parte de los partidos de la época».
«También el PSOE expresó durante la pasada campaña electoral la necesidad de eliminar estos Acuerdos por atentar a principios básicos constitucionales, pero nunca se ha atrevido a llevarlo a cabo cuando ha gobernado», ha afirmado, a la vez que califica al PP como «partido ultra con el nacional catolicismo en su ADN».
Dirigentes del Partido Popular consultados por ECD han respondido: «Asombra que un senador actual deslegitime la libertad de la transición, porque no coincide con sus deseos, y que busque la confusión en los ciudadanos, utilizando todavía el término de Concordato para que se asocie a Franco un Acuerdo entre dos Estados».
«Además, Mulet se erige en auténtico intérprete de la Constitución pese a todas las sentencias del propio Tribunal Constitucional», añaden.