(Asia News/InfoCatólica) Por primera vez en más de dos siglos, fue reabierta la tumba de Jesús, lugar donde -según la tradición- fue colocado el cuerpo después de la crucifixión. La losa sepulcral de mármol fue removida durante tres días, en el contexto de los trabajos de restauración que se están llevando a cabo en el interior de la basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén. El Pbro. Samuel Aghoya, responsable armenio del lugar santo, habla de un evento «excepcional», pues la última apertura fue realizada en 1810. Y, yendo más atrás en el tiempo, habría sólo una apertura más que fuera realizada en 1555.
Para los investigadores, arqueólogos y expertos se trata de un evento histórico, esperado desde hace décadas. De hecho, el estudio del Nicho del Santo Sepulcro y del lecho de roca permite redescubrir «la forma original» del sepulcro y comprender «la identidad» de lo que se considera es «el sitio más sagrado de la cristiandad».
Fredrik Hiebert, arqueólogo de la National Geographic Society, confirma la sorpresa de los expertos que, una vez «removida la losa de mármol» han encontrado «debajo una gran cantidad de material de relleno». El experto agrega que «llevará tiempo concluir todos los estudios cientícos necesarios», pero al final «estaremos en ocasión de observar la superficie original de roca sobre la cual, según la tradición, fue colocado el cuerpo del Cristo muerto».
Los trabajos de restauración en la basílica del Santo Sepulcro deberían terminar hacia fines de marzo de 2017, justo para la vigilia de Pascua. De cualquier modo, el lugar sagrado estará abierto al público, a visitantes y peregrinos durante todo el período, si bien parte del Nicho estará cubierto de andamios.
Las restauraciones -hechas posible por un acuerdo entre las tres denominaciones cristianas: griegos, latinos y armenios- se refieren sobre todo a la pequeña estructura en el centro de la rotonda cuya estabilidad está asegurada por refuerzos metálicos que, según las últimas detecciones, ya no serían suficientes. Los trabajos son financiados tanto por entes públicos como por contribuyentes privados.
La basílica del Santo Sepulcro fue edificada por el emperador Constantino en el año 325 d.C. gracias al descubrimiento del sitio por obra de su madre Elena. Con el correr de los siglos fue en parte destruida y es una de las metas más visitadas y veneradas por los peregrinos a Tierra Santa.