(Fides) Según informa a Fides el P. Renald Remindran, misionero de los Oblatos de María Inmaculada en Quetta, un niño cristiano de nueve años llamado Izhan y su madre Shakeela Kauser, enfermera en el Hospital Civil de Quetta y madre de tres hijos, habían sido detenidos e interrogados por una acusación de blasfemia: se les acusaba de haber quemado unas páginas del Corán el pasado 20 de octubre.
Después de la denuncia, la policía los detuvo. En ese momento algunos líderes cristianos locales pidieron a los líderes de la organización Jamiat Ulema-e-Islam (JUI) que se involucrasen en el asunto. La petición fue aceptada y dicha organización jugó un papel clave para exonerar a madre e hijo de todos los cargos. Las acusaciones de blasfemia han sido declaradas nulas.
Provincia libre de condenas por blasfemia
«Estamos felices por este resultado. Es importante. En la provincia de Baluchistán, hasta la fecha nadie ha sido acusado y condenado por blasfemia» explica el P. Remindran.
En una nota enviada a la Agencia Fides, Anjum James Paul, Presidente de la Pakistan Minorities Teachers’ Association, ha apreciado el papel de los líderes políticos y religiosos, musulmanes y cristianos, para averiguar la verdad y evitar cualquier conflicto entre las dos comunidades.