(Ideal.es) Pickering estaba seguro de que su hijo sobreviviría y, después de intentar sin éxito que reconsiderasen la decisión, decidió actuar por las malas. El hombre se dirigió armado al hospital y se atrincheró en la habitación de su hijo. Después de amenazar al personal del hospital, accedió a soltar el arma ante la insistencia de su otro hijo y, finalmente, consiguió convencerlos para que no le desconectaran.
Poco tiempo después el hijo despertó del coma, tal y como aseguraba su padre que ocurriría. «Los SWAT tenían sus propios médicos y cuando entraron en la sala de cuidados intensivos, vieron que George Jr. no estaba en muerte cerebral porque establecía contacto visual y seguía sus órdenes», informa el abogado de la familia. Además, Pickering asegura que su hijo le apretó la mano varias veces durante el tiempo en el que estuvo atrincherado en su habitación.
Finalmente, George se entregó a las autoridades y fue acusado de asalto agravado con arma mortal, pero no fue en vano, puesto que su hijo se encuentra recuperándose y fuera de peligro. Este padre coraje fue liberado a principios de diciembre y ahora se encuentra junto a George Jr., que agradece la valentía de su padre. «Se rompió una ley, pero fue rota por todas las razones correctas, fue por amor, por puro amor», asegura.