(NCRegister) En una histórica declaración donde ponen de relieve los retos que la pornografía plantea para la familia y las personas, así como las herramientas con que cuenta la Iglesia y la sociedad para combatir sus efectos negativos, los obispos de EEUU han creado un recurso para la curación y la misericordia.
«Nuestra declaración no está pensada únicamente para condenar la pornografía», explicó el obispo de Buffalo, Nueva York, Richard Malone, «sino también como un compromiso y una bienvenida en el espíritu del papa Francisco».
El obispo Malone preside el comité para los laicos, el matrimonio, la vida familiar y la juventud en la conferencia episcopal estadounidense, comité que es el autor del documento.
«La declaración está realmente pensada para avivar la concienciación de nuestra gente, no solo sobre la pornografía y los problemas que acarrea, sino también sobre los caminos que ofrece la Iglesia para curar de este mal. Nuestro plan, por lo tanto, es desarrollar recursos y darlos a conocer a la sociedad», explicó el obispo Malone.
Durante la conferencia anual de los obispos, que tuvo lugar en Baltimore el 17 de noviembre, se aprobó con un 98% de los votos la declaración «Crea en mí un corazón limpio: Respuesta pastoral a la pornografía». El documento supone la primera declaración formal de los obispos, para referirse específicamente al uso y la producción de pornografía.
El documento se encuentra disponible online, en inglés y español, y se refiere tanto a los retos que presenta la pornografía, como a los recursos y prácticas para ayudar a las personas y familias que se ven afectadas por el uso de la pornografía. Asimismo, los obispos están considerando la creación de una versión reducida que pudiera ser distribuida como folleto.
El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, que colabora en el comité que ha creado el documento, explicó que la necesidad de abordar el problema de la pornografía surgió por la creciente demanda que iban encontrando en sus diócesis.
Está rompiendo matrimonios
«Nos lo encontramos, como pastores y sacerdotes, por ejemplo en el confesionario», explicó, y añadió que muchos «cargan con una gran culpa que depositan en el confesionario». Además, «la pornografía está rompiendo matrimonios, relaciones».
El Obispo Malone dijo que, si bien avances tecnológicos como el acceso a internet y los teléfonos inteligentes son un bien en sí mismos, «también pueden ser una herramienta para males como la pornografía»
«Se ha convertido en algo muy generalizado y de muy fácil acceso para todo el mundo, incluidos los niños», continuó diciendo.
«Por otro lado», añadió, «como católicos, recordamos que el uso y la producción de la pornografía es pecado, está también ese aspecto».
Sin embargo, el documento de los obispos no solo denuncia los efectos de la pornografía en la sociedad y en el alma. También «intenta ver que hay modos de encontrar la curación y la libertad».
«Para nosotros, como cristianos, como católicos, especialmente, vemos que hay en Cristo una enorme gracia de curación de la pornografía y de otros males, que nos rescata y nos sana», dijo el obispo Malone. Y refiriéndose a «la dimensión de pecado», apuntó específicamente al sacramento de la reconciliación.
«Uno de los medios que la Iglesia estima para rescatar con la misericordia es anunciar que si estás atrapado en el uso de la pornografía, la misericordia de Dios está ahí para ti, animándote a ir y recibir esa misericordia para liberarte», afirmó.
El obispo se refirió también a otros recursos, tales como terapia de consejo y «grupos de apoyo para gente que lucha con la adicción a la pornografía», como medios para que tanto familias como individuos puedan curarse de los efectos de la pornografía.
El documento -añadió el arzobispo Wenski- ofrece asimismo otras soluciones prácticas para que «padres y otros puedan proteger a nuestros hijos» del uso de la pornografía y de su implicación en esa industria. Sugirió que, puesto que los padres «no pueden dar por hecho que sus hijos están protegidos», deberían supervisar el uso que hacen de los ordenadores, y otras actividades.
Al concentrarse en lo que se puede hacer para afrontar el uso de la pornografía, la Iglesia ofrece un plan de acción y un camino hacia adelante, dijo el arzobispo Winski.
Y añadió: «Creo que nuestra declaración trata también de ser un mensaje de esperanza que anima a mejorar y cuidar de nosotros mismos».
Traducido por Cristina Moreno Alconchel, del equipo de traductores de InfoCatólica