(Catholic Herald) El cardenal Pell, Prefecto de la Secretaría Vaticana para la Economía, dijo a Catholic News Service el sábado que «el texto ciertamente está siendo malinterpretado de manera significativa».
«No hay referencia alguna, ni en el párrafo 85 ni en ninguna otra parte del documento, a la comunión para los divorciados civilmente y vueltos a casar; eso es lo fundamental», dijo el prelado.
Sin embargo, otros padres sinodales afirman que el texto representa una apertura al discernimiento, basado en un análisis caso por caso, de la posibilidad de una absolución y posible admisión a la comunión a algunos católicos divorciados y vueltos a casar civilmente.
Así, el cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, dijo a la prensa que la Relatio Final marca un «verdadero paso hacia adelante» en el cuidado pastoral de los divorciados y vueltos a casar civilmente.
Y el cardenal Andre Vingt-Trois dijo que el documento es firme cuando dice que «no puede haber regla general que se aplique igualmente» a todos los divorciados y vueltos a casar sin considerar sus situaciones personales.
Por su parte, el cardenal austríaco Christoph Schonborn dijo a los periodistas que la Relatio final no es un completo «sí o no» a la comunión para los divorciados vueltos a casar civilmente, sino al discernimiento cuidadoso, reconociendo que la cantidad de culpa que las diferentes personas poseen y las diferentes situaciones que las llevaron a volver a casarse varían ampliamente. Por lo tanto, las consecuencias en términos de absolución y comunión varían también, dijo.
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En respuesta a tales interpretaciones del texto, el cardenal Pell mantuvo que «el discernimiento al cual alienta el párrafo 85 en estos casos particulares tiene que estar basado en la doctrina completa del Papa Juan Pablo II» y la doctrina de la Iglesia en general.
El purpurado dijo que la mención del documento al «fuero interno», que involucra la primacía de la conciencia propia sobre Dios para determinar si el acceso al sacramento es posible, «no puede ser usada para negar la verdad objetiva».
Cuando se le preguntó por qué el documento no dice claramente que el acceso a la comunión está cerrado a los divorciados vueltos a casar civilmente, el cardenal Pell respondió: «Pienso que es una buena pregunta, y creo que el documento sí dice eso», aunque no de manera explícita.
La prohibición del acceso a la comunión para los católicos que civilmente se han vuelto a casar, dice, «está implícita, realmente presente en el documento, aunque no tan detallada como a algunos de los padres podría gustarles».
Los párrafos de la Relatio final del Sínodo que tratan la cuestión del cuidado pastoral de los católicos vueltos a casar civilmente recibieron la mayor cantidad de votos negativos, pero aun así obtuvieron la mayoría de los dos tercios de votos afirmativos necesaria.
El cardenal Pell dijo que los padres sinodales podrían haber logrado «un consenso aún más profundo con un poco más de claridad».
Los mismos miembros del Sínodo reconocen que el documento está siendo leído de modos diversos, afirmó el arzobispo de Lille, (Francia), Mons. Laurent Ulrich. Aunque ningún párrafo fue derribado en la votación final, «se mantuvieron puntos de resistencia», dijo.
Según informa Catholic Voice, el cardenal Vincent Nichols de Westminster, Inglaterra, dijo a los periodistas que los pasos delineados en el texto para «este camino de discernimiento» están destinados a asegurar que un pastor evite «la tentación de remover la herida» mientras que el dolor y el resentimiento están «supurando».
«Este camino de discernimiento es para ayudarles a mirar todas las cosas a través de los ojos de la fe y los ojos de la Misericordia de Dios», dijo el cardenal Nichols. El discernimiento que se viene a requerir significa que las situaciones individuales no son «pre-juzgadas».
Cuando se le preguntó si el Papa iba a resolver este tema de la Comunión y dar una interpretación definitiva al documento, el cardenal Pell respondió que «si lo hará o no depende, supongo, del modo en que vea el documento, si lo considera suficientemente claro, y si expresa adecuadamente el pensamiento de la Iglesia».
«No quisiéramos que (el documento) nos lleve a la situación de algunas otras iglesias cristianas, donde varios temas fueron debatidos públicamente durante años y años» añadió el cardenal australiano.
Traducido por Santiago Tognacca del Equipo de Traductores de InfoCatólica.