(Agencias/InfoCatólica) La gigantografía que desató la controversia utiliza una imagen en la que aparecen presos políticos en el Estadio Nacional de Santiago tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, un recinto que por algunas semanas funcionó como centro de detención y tortura.
La imagen está instalada en unas vallas publicitarias situadas en la carretera que une la ciudad de Valparaíso con la capital chilena.
«Me parece una campaña aberrante que remueve el dolor de las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990)», dijo este miércoles a Efe la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile, Lorena Fries.
El portavoz del Ejecutivo, Marcelo Díaz, dijo a los medios que la comparación del proyecto que despenaliza el aborto con la tortura y las violaciones a los derechos humanos le parecía «monstruosa».
El portavoz de Informaborto, Francisco Subercaseaux, justificó el uso de las imágenes y explicó que la campaña tiene el objetivo de concienciar a la gente sobre la necesidad de defender los derechos humanos. «Nuestros carteles denuncian una realidad incontestable: un niño abortado es un ser humano que ha sido torturado hasta la muerte. Un niño abortado en nada se diferencia de una persona detenida, torturada y desaparecida. Eso expresan nuestras gigantografías», explicó Subercaseaux en declaraciones a Radio Bio Bio.