(Fides) La elevada tasa de desempleo juvenil, dicen los obispos, «obliga a nuestros ciudadanos, especialmente a los jóvenes, a emigrar, tanto internamente como a otros países, exponiéndose a condiciones inhumanas, incluidas varias formas de corrupción y crimen. En muchos casos estas jóvenes vidas se han perdido en nuestras calles, en los desiertos de algún país africano o en las costas de Europa».
El mensaje toma nota con satisfacción de la voluntad expresada por el nuevo gobierno de «invertir en el sector agrícola y de buscar otras alternativas al gas y el petróleo». La economía nigeriana depende desde hace décadas de las exportaciones de petróleo, mientras que otros sectores de la economía nacional, como la agricultura, se han visto durante mucho tiempo descuidados, con consecuencias negativas sobre el empleo en un país de más de 100 millones de habitantes.
Además los ingresos del sector petrolero han sido depredados por la corrupción. Un tema en el que los pbispos han intervenido en varias ocasiones. «Desde su fundación, esta Conferencia Episcopal ha condenado sistemáticamente la corrupción, la violencia y la injusticia, pidiendo a los nigerianos el vivir en la transparencia y en el espíritu de servicio», dice el mensaje, que ensalza la guerra realizada contra la corrupción lanzada por el presidente Muhammadu Buhari. «Todos los nigerianos deben unirse en la lucha contra la corrupción con el fin de recuperar las oportunidades perdidas».
Los prelados expresan su agradecimiento por los logros alcanzados en la lucha contra Boko Haram, permitiendo un retorno gradual a sus hogares de los refugiados y los desplazados internos. Sin embargo, estas personas necesitan el esfuerzo de todos para la reconstrucción y la reconciliación. La Iglesia Católica, afirman los obispos, hará su parte.
El mensaje concluye invitando a los fieles a rezar por Nigeria, en un momento decisivo para la nación: a pesar de la celebración pacífica de las elecciones en marzo, siempre hay que estar vigilantes.