(ACI/ Blanca Ruiz) Mons. Fernández precisa que el calendario cristiano está lleno de fiestas en honor a la Virgen, pero que la celebración de la virgen del Carmen es especial porque es de las que «el pueblo cristiano siente especial devoción». Además también destaca su estrecha relación con las gentes del mar.
Según explica el Prelado «en la devoción a la Virgen del Carmen es clave su santo escapulario, signo de protección de María Santísima hacia sus hijos».
«La Virgen del Carmen ha inspirado en la historia de la fe una larga estela de santidad, que arranca del Monte Carmelo», afirma y cuenta cómo comenzó esta devoción con el profeta Elías. Desde la altura del Monte Carmelo, donde se conserva la cueva de Elías el orante, se divisa un paisaje precioso del mar cuyos vientos traen las nubes que empapan la tierra.
«Inspirados en aquel santo profeta, surgió la familia religiosa del Carmen, teniendo a María como protectora. Es la familia carmelita, que tantos santos ha dado a la Iglesia. Y en esa familia, Santa Teresa de Jesús, que supuso una fuerte renovación para la Iglesia, en su tiempo y hasta nuestros días», asegura el Obispo.
El próximo 25 de julio se celebra la fiesta de Santiago Apóstol, patrón de España, y Mons. Fernández ha animado a «acudir a la Santa Misa para honrar al Patrono de España, bajo cuyo patrocinio se ha difundido la fe cristiana y se ha mantenido hasta el día de hoy en nuestro suelo, a pesar de tantas dificultades a lo largo de los siglos».
Según cuenta la tradición el apóstol Santiago predicó en las tierras de España el Evangelio y fue visitado por la Virgen en Zaragoza «para consolarle en sus fatigas apostólicas, dejándole el regalo firme de su Pilar bendito».
En este sentido el Obispo ha subrayado que «el hecho de vivir en un Estado aconfesional no significa que renunciemos a nuestras raíces cristianas, y entre éstas se encuentra el patrocinio poderoso de Santiago el Mayor».
«Hoy quizá más que nunca necesitamos esta valiosa intercesión del Amigo del Señor, testigo de los momentos más íntimos de la vida de Jesús, como fueron la transfiguración en el monte Tabor o la angustiosa oración de Getsemaní», ha precisado e insistido en que «también hoy necesitamos recordar el testimonio valiente de su martirio, para no arrugarnos ante la urgente tarea de la evangelización».
«En Santiago apóstol encontramos el modelo de discípulo misionero que necesita hoy la Iglesia para anunciar el gozo y la alegría del Evangelio», ha afirmado en la carta pastoral ya que, según afirma, el camino de Santiago «se ha convertido en una parábola permanente de la vida humana, que camina al encuentro del Señor».