El congreso abordó tres temas:
- la violencia sexual que ha aumentado mucho en las últimas décadas;
- la familia «de la cual las mujeres han sido siempre el máximo apoyo, pero que al mismo tiempo con la emancipación han sido quienes la han atacado»;
- y la identidad «porque los cambios históricos imponen una revisión de la definición de la identidad masculina y femenina».
La coordinadora del suplemento, Lucetta Scaraffia, indicó que «las mujeres están en el centro de los grandes problemas que sufre la humanidad de hoy. Y entretanto son quienes pueden ayudar a resolverlos, aunque en realidad son poco escuchadas». Porque, precisó, la Iglesia tiene un rico patrimonio para mejorar la condición de las mujeres del mundo, pero el problema es que «quienes hacen los proyectos son los hombres, poco interesados a las temáticas femeninas».
La periodista además reiteró que los preconceptos sobre las supuestas posiciones retrógradas de la Iglesia sobre la mujer, «son una idea muy equivocada. La Iglesia es la que está más cerca de las mujeres en todo el mundo».
«Con este seminario hemos querido proponer» ha indicado «un punto de vista femenino y soluciones femeninas a muchos problemas y situaciones difíciles que las mujeres viven en el mundo, usando para ello el patrimonio cristiano y en particular católico».
Entre los conferencistas estuvo sor Rita Mboshu Kongo, teóloga congoleña, con un doctorado en teología, realizado en Roma y colaboradora del citado suplemento. Ella lamentó que muchas veces las religiosas tengan que limitarse a las labores domésticas, lo que ha empeorado a causa de las pequeñas fundaciones diocesanas. «La Iglesia no se ha empeñado mucho en su formación, dijo, y las consideran buenas porque «cocinan bien por amor de Jesús, limpian, remiendan, ayudan a los prelados y ancianos...».
La Iglesia, protección contra abusos y violaciones
En muchos lugares de la tierra, la Iglesia es para las mujeres y niñas la única red de protección de abusos y violaciones, recordó. Aunque lamentó que se hayan registrado incluso casos de abusos sexuales, como es denunciado en el libro El Papa Francisco y las Mujeres, de Lucetta Scaraffia y Giulia Galeotti.
Por su parte la periodista Scaraffia esciribió hoy en el Osservatore Romano, que «el feminismo ha hecho prevalecer la cultura sobre la naturaleza y ha presentado la procreción como un hecho cultural y no natural» y que por ello «el feminismo ha desvalorizado la riqueza de la maternidad, trayendo una masculinización de la identidad femenina».
Nuevas formas de explotación
De esta visión, indicó, nacen nuevas formas de explotación del cuerpo de las mujeres, como la venta de óvulos y el útero en alquiler.
Si bien mostró optimismo delante del hecho que muchos jóvenes se estén dando cuenta de «que el punto de vista cristiano es el único verdaderamente libre, verdaderamente revolucionario delante de los condicionamientos culturales a los que quieren someterlos».