(Aica) El purpurado manifestó sus condolencias a las familias de las víctimas mortales, exigió «sanción para los culpables» y reclamó «que se prohíba el uso de armas letales para controlar manifestaciones».
«Oremos todos a Dios para que podamos superar estos momentos de violencia, y trabajemos por una pacífica convivencia social», pidió en una declaración.
El cardenal Urosa recordó también lo manifestado por los obispos venezolanos el pasado 12 de enero.
«Las graves dificultades que padecemos surgen, entre otras cosas, de una profunda crisis moral, una crisis ‘de valores, actitudes, motivaciones y conductas, que es preciso corregir. Tenemos que superar actitudes como el afán de riqueza fácil y la corrupción, la soberbia política, la prepotencia y el ansia del poder, el egoísmo, la pereza, el odio y la violencia. Y hemos de rescatar los principios de legalidad, legitimidad y moralidad que sustentan el entramado de la convivencia social…. Como pastores de la Iglesia en Venezuela, hacemos un insistente llamado a la conversión moral, y al cumplimiento de los Mandamientos de la Ley de Dios. ….La grave crisis nacional no será resuelta sin una renovación moral y espiritual que lleve a líneas concretas de acción».
En este sentido, el purpurado venezolano sostuvo que «la renovación moral implica el rechazo a la violencia y la determinación a trabajar por la paz».