(PPE) Según las declaraciones del Diputado Wallop Tungkananurak, la aprobación del texto se logró casi por unanimidad. La finalidad de esta norma, según ha indicado, es acabar con la percepción que parecen tener los extranjeros de que Tailandia es una fábrica de bebés.
La Junta que gobierna el país desde el golpe de estado que tuvo lugar el pasado mes de mayo, ha manifestado su intención de acabar con el tráfico comercial a que da lugar el uso de vientres de alquiler. Esta decisión se ha adelantado a causa de algunos escándalos relacionados con esta práctica, que han alcanzado gran repercusión en los medios de comunicación a nivel mundial. Uno de estos casos se dio en el mes de agosto, cuando una pareja de australianos dejó abandonado en Tailandia un bebé nacido con síndrome de Down, pero se llevaron a su gemela que nació sana. Poco después se descubrió otro caso, esta vez de un japonés que recurría a los vientres de alquiler en Tailandia de modo habitual.
Según los datos que maneja el Consejo Médico de Tailandia, hay más de 100 clínicas privadas dedicadas a técnicas de reproducción asistida que utilizan los vientres de alquiler. Este negocio permite fabricar varios cientos de bebés al año. La Junta que gobierna el país, se propone estudiar todos los casos, en especial lo que se refiere a las parejas de australianos que son los extranjeros más habituales en Tailandia.